Argentina-España

España quiere dejar 'Callaíta' a Argentina en la gran final del Mundial de China

  • Este año, Marc Gasol, Ricky y compañía han elegido la canción 'Callaíta', de Bad Bunny, como mantra motivacional antes de salir a la cancha

España celebra una de sus victorias en este Mundial.

España celebra una de sus victorias en este Mundial.

Todo empezó en el Mundial de Lisboa 1999. Alguien empezó a tararear una cancioncilla que sirvió ese verano como banda sonora del anuncio del nuevo Peugeot 306: La banana, de Ben Sa Tumba y su orquesta. La generación dorada del baloncesto español consiguió su primer título al son de un estribillo ya mítico: "El único fruto del amor es la banana, es la banana...". A partir de ahí, la elección de una canción pegadiza para hacer piña antes de cada partido se convirtió en una superstición más de vestuario que había que cumplir sí o sí en cada concentración.

Clip 'El único fruto del amor'

20 años después y a pocas horas de la gran final del Mundial de China 2019 entre España y Argentina, los 12 de Scariolo harán sus rutinas particulares, pero, cuando llegue el momento de saltar a la cancha, formarán el clásico corrillo y cantarán Callaíta, del portorriqueño Bad Bunny. El perreo ha llegado así a la selección. Esta canción cuenta la historia de una niña modosita que se transforma en una bad girl a la que le gusta el sexo con delincuentes y la marihuana porque "alguien la dañó". Y, claro, el papi tiene que redimirla.

Es una temática recurrente en el reguetón y en el trap, dos estilos musicales muy criticados por algunos colectivos por sus letras machistas. Eso sí, el videoclip de Callaíta tiene 270 millones de visualizaciones en YouTube y cumple el precepto de tener un ritmo pegadizo para que los Hernangómez, Claver y los demás suelten la tensión previa a un encuentro de esta envergadura.

Clip 'Callaíta'

Riki López sale del anonimato

Quién le iba a decir al humorista y cantautor Riki López que su canción El busto es mío (Hombre despechado) se iba a convertir en el himno de celebración de la selección tras ganar el Mundial de Japón 2006. Ésa fue la primera imagen que se pudo ver de la plantilla en el vestuario: todos en corro, entrelazados, entonando la letra de este pequeño drama quirúrgico que narra, con unas rimas cargadas de ironía y humor, la historia de un hombre abandonado por su novia que, tras pagarle una operación de aumento de pechos, decide irse con su monitor de gimnasio.

"En aras de verla feliz, en San Valentín me lucí y le regalé la operación de medio kilo en cada teta, total, casi un millón de las antiguas pesetas", entonaban los jugadores, haciendo especial énfasis en esta estrofa: "Cornudo y apaleado me vi sin ella, y sin saber dónde poner los brazos, con cara de portero goleado... ¡Aún me faltaban por pagar 22 plazos!". Una sensación que estaba muy lejos de ese vestuario en aquel momento climático y dorado.

Clip Hombre Despechado

Un tema positivo para el oro de Polonia

El vestuario de la Roja de la pelota naranja decidió seleccionar para el asalto a su primer oro europeo una canción muy positiva y dejar atrás la ironía y la mala fortuna de Riki López. En esta ocasión, la elegida fue I gotta feeling, de The Black Eyed Peas, que ha vendido alrededor de 14 millones de copias mundialmente, por lo que el hit se alza como la décima canción con más ventas de todos los tiempos. En septiembre de 2013, la revista Billboard posicionó este tema en el lugar número 6 de las mejores canciones de la historia del Hot 100. Porque esta noche, la del oro, puede ser una gran noche.

Clip 'Tonight is gonna be a good night'

"¡Todos los días sale el sol, Felipón!"

La canción Todos los días sale el sol, del grupo tarraconense de música mestiza Bongo Botrako, se convirtió en la banda sonora de la selección española de baloncesto durante el Eurobasket celebrado en Lituania en 2011, en el que se logró el segundo oro continental consecutivo.

Los jugadores del combinado español cambiaron el chipirón del título por Felipón en homenaje al pívot del Real Madrid Felipe Reyes, que perdió a su padre por un infarto poco antes de empezar el torneo. En la tradicional piña que los jugadores, liderados por su capitán y Jugador Más Valioso del torneo, Juan Carlos Navarro, formaban antes del inicio de cada partido, los internacionales españoles cantaban y botaban a ritmo de Todos los días sale el sol, Felipón, en un intento de animar al jugador cordobés por la muerte de su padre Alfonso.

Clip Todos los días sale el sol

Todos los días sale el sol (Kasba Music) es el primer trabajo de Bongo Botrako, grabado y producido en la Atlántida Estudio, masterizado por Yves Roussel y compuesto por 13 temas que suenan a rumba, a reggae, a ska, a cumbia y a punk, aunque la banda se resiste a encasillarse en ningún estilo. "La verdad es que mezclamos sin complejos. Lo que intentamos es que nuestra música llegue, que la gente se la haga suya y esto sólo se puede conseguir siendo sinceros y dejando que la música fluya, más allá de las etiquetas", explicaba en su día Oriol Giné, vocalista y compositor de Bongo Botrako.

El vídeo más recordado como 'bonus track'

La mejor manera de terminar este repaso por las mejores canciones motivadoras del equipo nacional, como le gustaba llamarlo a Antonio Díaz Miguel (si levantara la cabeza, esbozaría una gran sonrisa al ver el enorme nivel que tiene el baloncesto español), es desempolvar uno de los mejores videoclips de la selección jamás realizados. Lo elaboró LaSexta justo después del oro de Saitama y refleja muy bien la fuerza de un grupo que utilizó la lesión de Pau Gasol para motivarse aún más y apalizar a Grecia en la final. Es un homenaje al imperial torneo que hizo nuestro mejor jugador de todos los tiempos al ritmo de Coldplay. "Nobody said it was easy"...

Clip Pau Gasol (Coldplay)

The Scientist es una balada monumental para un monumento de jugador. ¿Podrá despedirse de la Roja en Tokio 2020? Todo el mundo espera que sí. Y, si no, gratitud eterna por todo lo vivido. Por la gloria. Y por un legado increíble de 13 medallas en 18 años, en las que Pau fue fundamental en 11. Lo dicho, Díaz Miguel, Fernando Martín y Chicho Sibilio estarían henchidos de orgullo.

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