Liga Italiana

Un Cagliari a la uruguaya

  • Los de Cerdeña abren un nuevo ciclo, como en años atrás con Francescoli o Fonseca, y tras doblegar 0-2 al Atalanta se meten en la lucha por Europa

Los jugadores del Cagliari celebran la victoria

Los jugadores del Cagliari celebran la victoria / Efe

El uruguayo Christian Oliva, que marcó ayer su primer gol en la Serie A para darle la victoria al Cagliari en el campo del Atalanta (2-0), y su compatriota Nahitan Nández están abriendo un nuevo ciclo charrúa en el equipo de Cerdeña, después de que lo hicieran años atrás glorias como Enzo Francescoli, José Herrera o Daniel Fonseca.

Oliva, nacido en Ciudad del Plata en 1996, fue la figura del Cagliari en el Gewiss Stadium de Bérgamo y celebró junto a Nández, que entró en la reanudación, un triunfo que permitió a su equipo alcanzar al Atalanta en la cuarta posición de la Serie A, en plenos puestos europeos. El equipo sardo, entrenado por Rolando Maran, un maestro de fútbol en Italia, infligió al Atalanta el primer revés en casa desde la inauguración del nuevo estadio.

El Cagliari firmó su mejor arranque en la Serie A, tras las primeras once jornadas, desde el curso 1994-1995, y reavivó en la afición sarda los recuerdos del equipo rossoblú de los primeros años 90, que al ritmo uruguayo llegó a clasificarse para Europa y a disputar unas históricas semifinales de la Copa UEFA. Y es que Cagliari y Uruguay llevan más de 30 años entrelazando sus historias, tanto en el campo, con jugadores como Waldemar Victorino, Francescoli, Fonseca, Nélson Abeijón, José Óscar Herrera o Marcelo Tejera, como en el banquillo, al haber estado dirigido por el actual seleccionador charrúa Oscar Washington Tabárez o Gregorio Pérez. Después de vivir su momento de gloria a finales de los años 60 y a principios de los 70, con el entrenador Manlio Scopigno y el delantero Gigi Riva como figuras del primero y único título liguero de su historia (1970), el Cagliari vivió otro ciclo inolvidable a principios de los 90.

Era el equipo de Francescoli, Fonseca o Herrera, que se clasificó para la Copa UEFA de 1994. El propio José Herrera fue el único uruguayo que se quedó en Cerdeña para disputarla y llegó hasta las semifinales, donde se rindió ante el Inter tras eliminar a la Juventus en cuartos. Una tradición uruguaya que siguió en este 2019. El Cagliari incorporó en enero a Oliva procedente del Nacional y, tras tener poco de protagonismo en el tramo final de la última campaña, el jugador de Ciudad del Plata se hizo un hueco en el primer equipo en la presente campaña. Acumuló 159 minutos en el campo antes del partido de ayer, cuando marcó la diana del definitivo 2-0 contra el Atalanta para prolongar el momento dulce del Cagliari.

Una alegría que el joven Oliva pudo compartir con Nández, fichado este verano procedente de Boca Juniors. El presidente del Cagliari, Tommaso Giulini, tiró de talonario este verano para reforzar al equipo tras la venta de Barella al Inter por 50 millones de euros. Invirtió unos 20 millones por Nández, fichó de la Fiorentina a Giovanni Simeone, al meta Olsen de la Roma, a Nainggolan desde el Inter o al croata Marco Rog, ex sevillista, procedente del Nápoles. Ahora, con trabajo, confianza y un alma uruguaya, el Cagliari quiere prolongar su sueño europeo, el de Cerdeña y el de una parte de Uruguay.

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