Nací | Crítica

Me acuerdo de Perec

  • Si Proust hizo del recuerdo una candencia estética, Georges Perec lo convirtió en un juego experimental de cajas chinas

George Perec.

George Perec. / D. S.

La memoria como puzzle de teselas. El recuerdo como émbolo. El objeto cotidiano como pieza de un universo estético. Experimental como pocos, el peculiar y heteróclito Georges Perec (París, 1936-1982) dejó un legado literario basado en el juego textual (en El secuestro se omite la vocal e) y en las capacidades potenciales de la recordación, donde lo evocado se convierte a menudo en una suerte de ficha numérica (La cámara oscura, Lo infraordinario). Perec fue muy apreciado por su influyente La vida instrucciones de uso y por hacer del recuerdo, como queda dicho, un personalísimo inventario. De ahí, entre otros títulos, su fragmentario W o el recuerdo de la infancia, su reinterpretación del libro de Joe Brailard en Me acuerdo (salmodia de 480 evocaciones ceñidas en pequeñas frases que comienzan con un “Me acuerdo”) y, ahora, publicado por Anagrama, este Nací. Se reúne aquí una miscelánea de prosas varias que, bajo el subtítulo Textos de la memoria y el olvido, indagan en los libros, proyectos e ideas –algunas de ellas inconclusas– que Perec manejó para dar otra vuelta de tuerca inventiva a las posibilidades literarias de acotar el rompecabezas de la memoria.

Portada de 'Nací'. Portada de 'Nací'.

Portada de 'Nací'. / D. S.

De sabor perequiano resulta “Algunas de las cosas que debería hacer en cualquier caso antes de morir” (37 cosas fantasiosas y otras muy prosaicas). En “Nací”, pieza que da título al volumen, Perec reflexiona sobre la fecha de su nacimiento (7/3/1936) como inicio posible y fallido a la vez para una autobiografía. De raíces polacas y judías (su padre murió en el frente en la Segunda Guerra Mundial y su madre fue exterminada en Auschwizt), Perec sí habla en “Ellis Island, descripción de un proyecto” de lo que supuso este intento literario y documental, junto con Robert Bober, por reconstruir lo que fue la puerta de entrada de la gran emigración europea a los Estados Unidos y que él define como un no-lugar (extraordinario el párrafo dedicado a la condición de ser judío, pero que Perec, sin embargo, veía con distancia). Entre otras piezas, ‘Nací’ incluye un inédito perequiano a partir de una misiva escrita al crítico Maurice Nadeau, una entrevista con Frank Venaille, la reconstrucción de una fuga de casa en plena niñez parisina (“Los lugares de una fuga”) y una indagación sobre los sueños (“El sueño y el texto”). Grande Perec.

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