Manel Loureiro presenta este martes en Sevilla, en un acto programado a las 19:00 en la Cámara de Comercio (Plaza de la Contratación, 8), con entrada gratuita hasta completar aforo, su última novela, La ladrona de huesos. Sobre su libro, que está teniendo una gran aceptación, afirma que "estoy encantado, porque aparte de las críticas que son buenas, comercialmente está yendo muy bien, porque está entre los cuatro libros más vendidos en España. Cuando desde pequeño has soñado con ser escritor y te planteas que quieres escribir y contar historias para los demás es algo con lo que sueñas: estar un día entre los más vendidos". No obstante, reconoce que "también es una responsabilidad enorme".

En referencia a esta nueva historia del escritor gallego, comenta que "La ladrona de huesos es un thriller, una historia que comienza una fría mañana de mayo en Pedrafita do Cebreiro, un pueblecito que es la puerta del Camino de Santiago en Galicia. Laura y su novio Carlos están cenando en un restaurante, cuando él de repente desaparece sin dejar rastro. Hasta los propios camareros aseguran que no ha estado allí nunca. La policía la toma por loca hasta que ella ve algo, una diminuta prueba que demuestra que Carlos estuvo allí. Esa sospecha se transforma en una certeza cuando recibe una llamada de teléfono, es una voz de hombre que le dice que si quiere volver a ver a Carlos con vida, tiene que entrar en la Catedral de Santiago y robar los huesos del Apóstol y para hacer eso solo tiene siete días".

Y precisamente sobre el papel que tiene en este libro el Camino de Santiago, Loureiro indica que el Camino no es solo un sitio, "es una experiencia. Hay cientos de personas que emprenden el Camino todo los años, a veces por fe y otras por vivir la experiencia, y todos ellos acaban de alguna manera transformados. Me parecía que esa historia era ideal para contar lo que le sucede a Laura". Y no es casualidad que la protagonista de la novela –Laura– sea una mujer, ya que "si algo me gusta de las protagonistas femeninas de las historias es que admiten más matices emocionales. Los hombres son mucho más directos y enérgicos a la hora de afrontar los problemas, mientras que el pensamiento femenino es más lateral, más sutil y más delicado, lo cual a la hora de construir una historia te permite muchos más matices".

Es lo que apunta el autor sobre una obra en la que cada capítulo se cierra sin que el lector intuya lo que encontrará en el siguiente. "Esa es la esencia del thriller, que es mantener al lector sentado al borde de la silla, pasando páginas sin poder parar hasta llegar al final. Esa sensación de inminencia permanente hace que la lectura sea mucho más rápida y la experiencia sea mucho más intensa. Yo concibo la literatura como entretenimiento y diversión, como una montaña rusa que tiene que arrastrar al lector hasta llegar al final", indica.

"Pasé de ser un abogado de Pontevedra que contaba una historia a ser un tipo al que le publican en varios países"

Estructurar la historia de La ladrona de huesos ha sido una de las tareas más complejas para el escritor, quien incide en que "los thrillers requieren una planificación previa bastante detallada, porque al final tienes que construir un mecanismo de relojería que se tiene que activar en el momento idóneo, se tienen que suceder los acontecimientos y la información tiene que gestionarse de una manera que llegue al lector en los momentos que tiene que llegar, que no se anticipe ni que llegue tarde. Me documenté muy bien, y necesitaba saber cómo empezaba la historia y cómo terminaba. La experiencia como escritor ha sido maravillosa".

Manel Loureiro asegura que "sin duda" es la mejor novela que ha escrito hasta ahora por la dificultad que supone contar una historia de estas características, algo que "no hubiese podido escribir hace cuatro o cinco años. Exige un reposo, exige una construcción de personajes y exige una graduación de las escenas que, al final, es una cuestión de técnica. Yo no me sentía capacitado para afrontarla hace unos pocos años y ahora sí".

"La esencia del ‘thriller’ es mantener al lector sentado al borde de la silla, pasando páginas sin poder parar"

Casualidad o no, en el libro hay un especial referencia a Rusia y en una novela anterior narraba los efectos de una pandemia, dos circunstancias sobre las que el escritor gallego dice con ironía que "tengo una cierta tendencia a ser adivino de baratillo" y recuerda que, efectivamente, en el año 2017 escribió Veinte sobre una pandemia que afecta sobre todo a los mayores. En el año 2020 lo hizo sobre la Galicia Rural, "que es un sitio que nadie visita y al año siguiente se producen cifras récords de visitas y en el año 2022 se publica La Ladrona de huesos, donde aparecen espías rusos y donde hay una trama conflictiva de Rusia con Europa y encima la protagonista, Laura, tiene en su teléfono un programa espía que interviene todas sus llamadas".

A Manel Loureiro le cambió la vida en 2007 con la publicación de Apocalipsis Z, un éxito editorial que llevó a dejar su profesión y dedicarse a la literatura. "Yo era abogado y ya colgué la toga. Mi experiencia literaria es mucho mayor y mi manera de ver la vida es totalmente distinta. Yo pasé de ser un pequeño abogado de Pontevedra que contaba una historia a ser un tipo al que le publican en varios países, traducen a varios idiomas sus libros y tiene lectores en todo el mundo. Eso te cambia la manera de cómo entiendes el mundo y cómo cuentas las historias".

Ahora llega a Sevilla para presentar La ladrona de huesos, sobre la que no descarta que se adapte a la televisión, puesto que hoy día "casi todos los lectores forman parte de la generación audiovisual, hemos crecido merendando delante de la televisión".