adelanto editorial

Compromiso con su tiempo

Me parece a mí que todo escritor está comprometido con su tiempo inevitablemente, con la historia en que está envuelto; y eso no es una cuestión a discutir ni a decidir por cada uno, sino un hecho. Se está comprometido sin remedio; pero ese compromiso, por ejemplo, puede manifestarse en ciertos escritores a través de la evasión. El escapista, el escritor que trata de huir del mundo (toda la vida ha sido así) está expresando, de esa manera, cuál es su vinculación con el momento histórico en que vive. De modo que también el escapista, condenado por los que hacen política de la literatura y literatura de la política, también el escapista está comprometido con su tiempo. Es el autor de utopía, es el autor de obras de ensoñación. En fin, ¿qué significa eso? Pues que rechaza la realidad de su mundo. Los románticos estaban huyendo de la sociedad en que vivían; pero al huir, por el mero hecho de huir, expresaban un modo de relación particular con esa sociedad. No creo, pues, que el compromiso, en lo esencial, sea evitable, ni por lo tanto cuestión de libre voluntad. Solamente que, por lo común, se entiende por compromiso el servicio de una dirección ideológica, o inclusive a consignas de partido. ¿A eso se le llama compromiso? Yo a eso le llamo negación de la libertad y de la literatura. Sobre todo de la literatura, porque un escritor así comprometido se falsifica, miente, ya que de no mentir, si está expresando su verdad, entonces ya no se atiene a un compromiso entendido en esta forma vulgar. Lo malo es que el escritor diga, no ya aquello que en el fondo esté pensando, la mentira piadosa. La piedad en literatura es cosa pésima. Las buenas intenciones, ya se ha dicho de una vez por todas, suelen producir mala literatura. Y las buenas intenciones son eso, ¿no? La insinceridad al servicio de unos postulados que de alguna manera se aceptan como buenos.

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