Baudelaire, el irreductible | Crítica

Inagotable Baudelaire

  • Compagnon retrata la paradoja de un autor moderno en cuyo discurso hay rasgos reaccionarios

Charles Baudelaire (París, 1821 - 1867).

Charles Baudelaire (París, 1821 - 1867).

Quizás sea el principal valor de los autores clásicos: su lectura nunca caduca, pues sus obras siempre guardan un acierto, al margen del tiempo en el que fueron escritas. Baudelaire es de esos nombres que nunca quedan desfasados, un autor que nos sigue asombrando y despertando curiosidad. El catedrático y crítico Antoine Compagnon, autor de magistrales ensayos –Los antimodernos, ¿Para qué sirve la literatura?–, dedica un estudio al poeta francés en Baudelaire, el irreductible, publicado en Acantilado y con traducción de José Ramón Monreal. En este volumen descubrimos al escritor moderno, fascinando por la modernidad, y sin embargo refractario de sus virtudes; descubrimos la faceta periodística de Baudelaire; sus obsesiones e intereses. Antoine Compagnon lo cuenta, además, con fluidez y en un registro que combina la erudición y lo divulgativo.

La principal tesis que vertebra este ensayo: Baudelaire fue un autor moderno, y escribe desde la modernidad, pero en su discurso se observan rasgos del pensamiento reaccionario, influido principalmente por el pensador Joseph de Maistre. No obstante, ¿es esta actitud de rechazo a las ventajas de la modernidad, a las contribuciones del progreso, una posición revolucionaria o reaccionaria? Es una de las preguntas que Compagnon trata de aclarar en el ensayo. Una pregunta compleja y abierta al debate. Quizá sin una respuesta categórica. Para algunos, por ejemplo para Walter Benjamin, Baudelaire es un poeta revolucionario, un "testigo de cargo en el proceso histórico intentado por el proletariado contra la clase burguesa". Para Benjamin, obras como Las flores del mal o El esplín de París manifiestan una "insatisfacción" de la clase obrera, reflejada, entre otros aspectos, en "el alcoholismo de las clases trabajadoras", según nos indica Compagnon. Sin embargo, otros autores como Bertolt Brecht discrepan del Baudelaire político, y defienden una obra ajena a preocupaciones ideológicas o pretensiones subversivas. El debate, en cualquier caso, ahí queda.

Cubierta del libro. Cubierta del libro.

Cubierta del libro.

Y junto con el análisis del pensamiento del poeta francés, conocemos su dedicación al periodismo. Como otros tantos autores reconocidos, Baudelaire participó de la prensa escrita. Aunque en su caso con una peculiaridad: su animadversión hacia la prensa escrita. Baudelaire considera los periódicos "un espejo" de la modernidad y del hombre, con toda la carga negativa que esta consideración pueda tener en el pensamiento baudelairiano. El periodismo, para el autor de Las flores del mal, es otro de los inconvenientes de la modernidad, un reflejo donde se expone lo peor de su tiempo.

Baudelaire, el irreductible supone un enfoque hacia el ideario social y cultural del poeta, quien construyó la base de las futuras vanguardias estéticas e introdujo la literatura universal en un tiempo nuevo. Un volumen que detalla la personalidad, difícil, ambigua, contradictoria, de un escritor que nos sigue entusiasmando, por el que no pasa el tiempo, aunque él sí vaya por todos pasando.

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