El mal arranque del Córdoba es una obviedad que en el vestuario blanquiverde nadie esconde. Eso sí, los jugadores siguen pensando en que la situación es perfectamente reversible y así se expresaron tras el duro traspiés de La Rosaleda. El clásico recurso al "trabajo" fue el denominador común en los mensajes que lanzaron Miguel Loureiro y Álvaro Aguado, los dos futbolistas elegidos para atender a los medios de comunicación. Curiosamente, dos de los más jóvenes del plantel, en un día en el que dar la cara parecía más complicado que cuando se gana un partido.
"Veníamos con muchas ganas a Málaga después de un buen partido en Copa. Teníamos buenas sensaciones para sacar algo positivo de un campo tan difícil como es La Rosaleda. Desde el principio el equipo entró bien, tuvimos la pelota, pero en una jugada aislada, que nos ganan la segunda jugada y nos hacen el primer gol, ya fue muy complicado", reconoció Miguel Loureiro. El lateral gallego, titular por primera vez en liga en esta temporada, prefirió obviar los errores de bulto que cometió su equpio y quedarse "con lo bueno, que el equipo no le perdió la cara al encuentro", porque considera que "la pelota acabará entrando", si bien también es señaló que tienen que "trabajar en los entrenamientos para que esto suceda y poner en más aprietos al rival".
A pesar de que su equipo suma un arranque paupérrimo, Loureiro valoró que "hicimos un partido, dentro de nuestras posibilidades, con mucho criterio", y recurrió a un tópico que nunca falla cuando llegan las derrotas: "Hay que seguir trabajando, esto acaba de empezar y no hay que ser negativos".
En una línea similar se expresó Álvaro Aguado, que apuntó que llegaban a La Rosaleda "con la intención de puntuar" y destacó que "a pesar del resultado creo que no no hemos dado mala imagen". El volante indicó que su equipo ha "mejorado en muchas facetas, pero nos toca mejorar en otras tantas", pese a lo que tiene claro que "hay que ser positivos y pensar en sacar la cabeza de ahí abajo".
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