Apenas inaugurado septiembre y después de sólo tres jornadas, el Córdoba y todo lo que lo rodea se preparan ya para su primera final de la temporada. Un arranque lejos de lo esperado, con un pobre balance de un punto de nueve ha dejado al conjunto blanquiverde en el farolillo rojo de la clasificación y con el dudoso honor de ser el más goleado de la categoría de plata (10 tantos). Así que con lo numérico por delante y las sensaciones, que no han sido tampoco nada buenas, también presentes, ha sido el director deportivo, Rafael Berges, el encargado de poner un punto de presión al partido del domingo ante el Alcorcón (El Arcángel, 20:00). ¿Es pronto? ¿Es lo que toca? Opiniones ya hay para todos los gustos, si bien lo único cierto es que con la experiencia de pasado más cercano en la retina es vital lograr el primer triunfo para espantar fantasmas, recobrar la confianza y empezar a mostrar la verdadera medida de este nuevo proyecto, que para nada es la exhibida hasta ahora.

Con un discurso autocrítico que a menudo se ha echado de menos en la entidad blanquiverde, Berges cogió el toro por los cuernos al ser cuestionado sobre el inicio del curso durante la presentación oficial de Erik Expósito y Miguel de las Cuevas como nuevos futbolistas del Córdoba. Lo hizo con conocimiento de causa y un análisis en primera persona, pues tras ver los dos primeros partidos en casa también estuvo presente en Albacete, donde el equipo perpetró un partido infame que acabó 3-0.

Tras tres jornadas, el CCF es el colista y el equipo más goleado, y aún no ha podido ganar

"Es lógico", fue su respuesta al ser cuestionado sobre si había un punto de preocupación ya por la marcha del conjunto de Sandoval, a lo que añadió cordura y sensatez el director deportivo: "Sería un gran error decir que estamos empezando. No ha sido el verano ideal, la pretemporada ideal, la preparación ideal, pero ya tenemos que centrarnos en el fútbol, en competir y afrontar cada partido". Algo a lo que el cordobés espera que ayude la acoplación de los últimos fichajes, pues "necesitamos que toda la gente esté disponible, que el entrenador pueda tener la plantilla al cien por cien".

Quizás la sorpresa, por la fase embrionaria de la temporada, llegó cuando Rafael Berges tildó ya como "una final" la inminente cita con el Alcorcón, algo que incluso él mismo advirtió que se podía ver como "una burrada" por haber pasado sólo tres jornadas. Para explicar su mensaje, el cordobés argumentó que "son tres puntos vitales para revitalizar al equipo, para darnos confianza y sentirnos más seguros y competir".

Porque en su análisis, somero, de lo ocurrido en este arranque liguero, el director deportivo tiene un punto clarísimo: "No hemos sido competitivos". Sólo el dato de los tantos encajados ya advierte sobre este aspecto, de ahí que para iniciar el despegue todo pase por "no encajar, apretar y transmitir sensaciones diferentes", ya que, a su juicio, el equipo "está lejos de la mejor versión que podemos dar, que la vamos a dar".

Para ayudar a ello, el cordobés confía en la adaptación inmediata de los últimos refuerzos con los que el club ha podido conformar "una plantilla con recursos y competitiva, con gente con recorrido y un buen futuro, y otra gente veterana que nos ayudará a estabilizarlo todo". Ahora quedar "dar un plus más que necesitamos", algo que pasa por "estar convencidos y morir en el campo; en el fútbol se puede hablar de tácticas, pero necesitamos ser más competitivos de lo que los hemos sido".

Y por ahí pasa todo, pues estando convencido de que "tenemos algo que no tienen los demás, una afición y un ambiente buenísimos, el resto lo tenemos que poner nosotros". Empezando ya por la cita del domingo ante el Alcorcón, la tercera del campeonato en casa, donde tras una serie de dos derrotas consecutivas y con el botín único del punto sumado en el estreno ante el Numancia, es hora de que el Córdoba muestre su mejor cara, esa que todavía no se ha visto y que a buen seguro es el camino más corto para alcanzar la primera alegría del ejercicio.

Porque hasta el momento, todo han sido decepciones. Toca cambiar la imagen y los resultados para desterrar cualquier movimiento drástico en un club que necesita por fin encontrar un punto de tranquilidad para poder volar.