CCF

Esa sana costumbre...

  • El conjunto blanquiverde encadena dos victorias por primera vez en su pretemporada gracias a los tantos de Andrés Martín y Sebas Moyano

  • Hoy, ante el Málaga, el último test

Andrés Martín celebra el gol que consiguió ayer en el Municipal de Marbella.

Andrés Martín celebra el gol que consiguió ayer en el Municipal de Marbella. / fotos: córdoba cf sad

Que la pretemporada vale para lo que vale lo saben el Córdoba y sus aficionados a la perfección desde el curso pasado. Entonces, un pleno de triunfos estivales no evitaron que en la primera jornada de liga el Cádiz le pintara la cara a los blanquiverdes en El Arcángel. Por eso, cualquier resultado en estos bolos veraniegos hay que cogerlo con pinzas, pero no cabe duda de que ganar es siempre buen síntoma y al Córdoba buena falta le hacía coger esa confianza que sólo pueden dar las victorias. Porque a pesar de los evidentes problemas que arrastra el club, la llegada de Sandoval parece haber traído esa alegría necesaria para no dramatizar y afrontar las dificultades con optimismo. El de Humanes recordó tras su primer amistoso que se marchó ganando y así volvió, y ese es el mejor camino posible ahora que la competición ya se acerca.

Al igual que ya hiciera en el encuentro ante el Recreativo de Huelva, Sandoval apostó de salida por el esquema 5-3-2 ante el Marbella, de momento el predilecto para el técnico madrileño, aunque los muchos cambios que presentó el once inicial se hicieron notar. De hecho, Pawel, Javi Galán, Aythami, Edu Ramos, Alfaro, Jovanovic, Álvaro Aguado y Jaime Romero ni siquiera se sentaron en el banquillo, a buen seguro pensando en el choque matinal de hoy ante el Málaga. El Córdoba arrancó el choque dubitativo, sobre todo en una línea de tres centrales formada por Álex Quintanilla y los centrocampistas Esteve y Bambock. Dos hombres que se pueden adaptar a jugar atrás, pero que dejaron patente que sus características lucen más en la medular. Esas dudas atrás del Córdoba, unidas al ímpetu de un Marbella que se presentaba ante su afición, provocaron que a los dos minutos Sillero viera como le anulaban un gol por fuera de juego -claro, eso sí- después de remachar en el área pequeña un balón que Stefanovic dejó suelto al repeler un tiro libre de Añón. Unos minutos después, en el 8 de partido, Elías aprovechó un despiste de Bambock en la salida de balón para plantarse ante el meta blanquiverde, aunque su disparo se marchó desviado.

Pawel, Galán, Aythami, Ramos, Alfaro, Jaime, Jovanovic y Aguado se quedaron sin minutos

Poco a poco, el Córdoba fue entrando en el partido, dominando más el balón en la medular a medida que Sebas Moyano iba cogiendo protagonismo. El buen ritmo que alcanzó el cuadro blanquiverde no lo quebró la marcha de Quintanilla, que a los 20 minutos abandonó el terreno de juego, en un cambio pactado porque volverá a jugar hoy ante el Málaga.

Acto seguido a la salida del césped del central vasco el Córdoba se adelantó en el marcador. Sebas Moyano botó un córner desde la derecha del ataque de los de Sandoval. El balón quedó muerto en el área pequeña y Andrés Martín lo mandó a la red con una picardía impropia de su edad. El jovencísimo ariete del filial es la gran nota positiva en el complicado verano blanquiverde. Y es que, a pesar de que le queda un largo camino por recorrer (no hay que olvidar que sólo tiene 19 años y nula experiencia en el fútbol profesional), el cordobés no para de aprovechar cada ocasión que tiene para demostrar su olfato goleador. Y eso, en un equipo que está prácticamente sin delanteros a estas alturas, es una tremenda alegría.

El tanto sentó bien a los de Sandoval, que dominaron más el balón desde entonces y aprovecharon la inspiración de Sebas Moyano para atacar de manera más incisiva, ante un Marbella que se quedó con diez de manera extraña antes del descanso, por una roja directa a José Cruz un tanto inexplicable en un partido amistoso.

Tras la reanudación, Sandoval calcó su plan y pasó a probar con el 4-2-3-1, si bien sólo Zelu ingresó en el terreno de juego. Prácticamente en la primera acción del segundo acto, el recién ingresado Zelu ganó la espalda de su par y puso un centro preciso que remachó sin problemas Sebas Moyano. El 0-2 dejó el partido visto para sentencia, pues al Marbella empezó a pasarle pronto factura la desventaja en el marcador y el aspecto físico, algo lógico a estas alturas de la pretemporada.

Pese al cambio de sistema, el peligro del CCF llegó de nuevo por los costados, con un Zelu muy enchufado y con la brillantez de Sebas Moyano, en su mejor partido en lo que va de preparación. Tanto el extremo como el mediapunta acumularon ocasiones y dieron algo de vistosidad a una segunda parte desdibujada, que se jugó a menor ritmo y en el que al Marbella le anularon otro tanto, esta vez por fuera de juego de Añón. 45 minutos típicos del verano, pero que dejaron al Córdoba esa agradable sensación que genera la victoria. Hoy, ante el Málaga (Marbella Football Center, 10:00), el Córdoba despedirá la pretemporada y pondrá ya todas las miras en la primera jornada liguera.

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