El Huesca, que ha sido líder durante 19 de las 37 jornadas disputadas, es ahora tercero, a dos puntos del líder, el Rayo Vallecano, e igualado con el segundo, el Sporting. El club oscense ha ido creciendo desde su regreso a Segunda en el curso 15-16, que cerró en mitad de la tabla. La pasada campaña fue sexto, disputando el play off, y en la actual ha pasado de revelación a realidad. Una mala racha de ocho jornadas sin ganar le apartó del liderato, pero tras encadenar tres triunfos se ha metido de nuevo en la pelea por el ascenso directo. Con Rubi al mando, los azulgrana sólo aumentaron su plantel en enero con Santamaría y Moi.

sin balón

Con un 4-2-3-1 de partida, que puede variar durante el duelo, al Huesca le gusta disfrutar de la posesión, aunque también se siente cómodo dejando el balón al rival para agazaparse, replegarse y salir rápido al contragolpe. Cuando lo tiene, sabe cómo manejarlo e intenta desesperar al contrario mostrando una gran capacidad para circularlo con fluidez.

Remiro es el dueño de la portería. Por delante, una línea de cuatro en que la faltará por sanción el zurdo Brezancic. El recuperado Akapo podría jugar a pierna cambiada, con la alternativa natural de Rulo Prieto, lo que le llevaría a disputarse un sitio en la derecha con Alexander González. En el centro, Pulido y Jair Amador comparten un eje defensivo que se muestra contundente.

Rubi no quiere que sus hombres de atrás abandonen alegremente su parcela, aunque los laterales suelen hacerlo con mucho peligro y los centrales sólo lo hacen hasta conectar con la medular.

con balón

Aunque Rubi es amigo de cambios, según el rival, Aguilera y Moi Gómez suelen formar un doble pivote en el que pueden jugar igualmente Lluís Sastre o Luso Delgado. Aguilera es el que intenta dotar de equilibrio al equipo, dejando a su pareja la labor de imponer el ritmo con balón. Por delante, tres medias puntas, con Melero, por el centro, convertido en uno de los jugadores más efectivos en el pase y aportando gran número de goles por su llegada y su golpeo a balón parado.

En los costados, David Ferreiro, en el derecho, y Chimy Ávila, en el izquierdo -con Camacho o Gallar como alternativas-, aportan velocidad, desborde, llegada, constantes movimientos de ruptura a la espalda de los defensas, y capacidad para encontrar espacios donde no los hay. Siempre tratan de conectar con la referencia en ataque, el Cucho Hernández, un jugador que saca ocasiones de la nada.

lo mejor

Llega recuperado moralmente.

lo peor

Ansiedad por el ascenso directo.