El lateral izquierdo sigue siendo un auténtico quebradero de cabeza para el Córdoba CF. El club blanquiverde vuelve a quedarse en precario en esa zona del campo después de que se haya confirmado que Manolillo tendrá que pasar por quirófano para solucionar la rotura del menisco de su rodilla izquierda que arrastra y que le ha impedido desde el entrenamiento previo al viaje a Cáceres ejercitarse con el primer equipo.

El joven defensa cordobés será operado en los próximos días para solucionar un problema que arrastra desde hace más de una temporada, pero que hasta ahora había mantenido a raya gracias a los tratamientos conservadores. Fue la pasada semana cuando aumentaron las molestias que el bravo futbolista había soportado sin verse obligado a parar, por lo que ya le fue imposible entrar en la convocatoria para el partido ante el Cacereño, en la que podía ser su gran oportunidad en el primer equipo.

La mala fortuna se ha cebado en ese sentido con Manolillo que, ante la baja de larga duración de Ekaitz Jiménez, se había consolidado como la principal alternativa a Calderón, que hasta la fecha ha jugado todos los minutos de Copa del Rey y que incluso tuvo que participar en la segunda parte del partido de la Copa del Rey ante el Cacereño.

Para el Córdoba, la obligación de parar de Manolillo, que estará varias semanas fuera de la dinámica de los entrenamientos, es un serio contratiempo. El equipo de Germán Crespo se queda sin un recambio fiable para Calderón. El de Paradas seguirá siendo indiscutible en su puesto, pero ahora más que nunca es importante que se mantenga en buena forma para que el equipo no sufra más de lo debido en esa parcela del campo.

Y es que las alternativas a su participación pasarían por reconvertir al puesto de lateral izquierdo a un José Ruiz que ya jugó en alguna ocasión el curso pasado a banda cambiada, o incluso la de desplazar a algún central al carril, algo que puede ser más problemático tanto para el técnico como para los futbolistas implicados.

El club, tranquilo y esperando a Ekaitz

En todo caso, el Córdoba no tiene pensado acudir al mercado de fichajes de manera inmediata para reforzar el lateral izquierdo. Dentro del club se espera con confianza la reaparición de Ekaitz Jiménez, que en enero debe regresar a los entrenamientos después de operarse de la rodilla hace unas semanas. El vasco es un jugador de garantías que el año pasado demostró que su nivel era mucho más alto que el de la Segunda RFEF, aunque la larga convalecencia que arrastra le obligará a entrar con mucha precaución en el equipo una vez que deje atrás su recuperación.

Mientras Ekaitz agota los plazos para volver a pisar el césped, en el Córdoba confían ciegamente en el desempeño de José Manuel Calderón, que se ha destapado como un futbolista fundamental para Germán Crespo, por su facilidad para desequilibrar al rival desde el costado y por su buena aplicación defensiva. El sevillano, de hecho, es uno de esos jugadores a los que el club tratará de atar en los próximos meses, conscientes de que su potencial es enorme y que tiene nivel para asentarse en el fútbol profesional.

Ahora, eso sí, la entidad cordobesista necesita de él que ni siquiera un simple resfriado perturbe la gran temporada que está realizando, porque el contratiempo de Manolillo deja a la plantilla sin más alternativas en ese carril izquierdo.