Córdoba CF

La palabra del capitán

  • Caballero huye de paños calientes y reconoce que la actual es "la peor situación" que ha vivido desde su llegada

  • "Tenemos un escudo a la espalda y una afición que sufre", recuerda

Carlos Caballero persigue el balón en un rondo con Javi Galán, Mena y Pinillos, con Noblejas al fondo de la imagen.

Carlos Caballero persigue el balón en un rondo con Javi Galán, Mena y Pinillos, con Noblejas al fondo de la imagen. / el día

El momento por el que pasa el Córdoba es duro, incluso para un hombre como Carlos Caballero que ha vivido prácticamente de todo con la camiseta del Córdoba. El madrileño es el más veterano de la plantilla del Córdoba, lleva en el vestuario de El Arcángel desde el curso 2011-12 y sólo por eso ya es voz más que autorizada. Como capitán, además, el centrocampista fue el encargado de dar la cara ayer tras el entrenamiento, ahora que el equipo es colista y tiene el domingo un duelo directo ante el equipo que le traspasó esa condición, el Sevilla Atlético.

Cuando se le pide a Caballero que adjetive la situación por la que atraviesa su equipo, el mediapunta es claro. "Complicada, difícil, dura y triste", apuntó un hombre que como él mismo cuenta lleva "unos cuantos años aquí y es la situación más complicada que he vivido desde que soy jugador del Córdoba, es muy difícil por la ilusión que había de resarcirnos después del año pasado que tampoco fue bonito y la verdad es que se está complicando aunque quedan partidos, pero cada vez es menos". Por eso, a uno de los capitanes del conjunto blanquiverde no le cuesta admitir que "es muy duro ver la clasificación, por más que sean dos partidos los que hay de diferencia para salir, pero está claro que la dinámica no es buena y hay que trabajar más que nunca para darle la vuelta".

En el vestuario, la situación por la que atraviesa el equipo cordobesista no es fácilmente explicable, y así lo atestigua Carlos, que no cree que plantilla tenga un nivel tan bajo como para ser colista de Segunda. "Hemos tenido plantillas muy buenas pero esta no es tan inferior a otras con las que he competido aquí en el Córdoba y hemos tenido otros resultados. No creo que sea una mala plantilla. Sabemos que el fútbol es un juego e influyen las dinámicas", apuntó el madrileño, como intentando dar una explicación a la realidad de su equipo, algo que resume como "un cúmulo de cosas" que está impidiendo al equipo sumar y ni siquiera mejorar pese al cambio de técnico, que Caballero ve aún por consolidar: "Defensivamente el míster ha incidido en que teníamos que minimizar las ocasiones que nos hacían. Tenemos que minimizar eso y ofensivamente es verdad que tenemos que hacer más, tenemos que generar más ocasiones porque nos está costando hacer goles". La evidencia es que las derrotas siguen cayendo por su propio peso, aunque ahora lleguen de diferente forma: "En la primera etapa teníamos derrotas más dolorosas y encajábamos más goles aunque cierto es que todavía no hemos encadenado una serie de triunfos y esperamos que en Sevilla cambie la racha".

El madrileño quiso defender también la labor propia y de sus compañeros, al asegurar que "nosotros hablamos mucho, el vestuario está muy jodido y hemos tenido muchas reuniones, entre nosotros, con el cuerpo técnico, dentro y fuera de aquí", algo que se debe a que "estamos muy comprometidos con el Córdoba. A mí todo esto me duele como al que más, pero yo veo a un vestuario muy comprometido con la causa. Cuando rueda el balón igual hay gente que no piensa eso pero yo como el más veterano puedo decir que el compromiso es máximo. El vestuario se cuida pensando en cada domingo".

Ese compromiso no quita para que en determinados partidos se le haya visto al Córdoba poca actitud o intensidad. Caballero no lo negó y reconoció que "nosotros también hemos tenido esa sensación, pero tenemos que trabajar para que eso no se repita porque nos estamos jugando todos mucho". El madrileño se vistió de capitán para asegurar que "tenemos un escudo a la espalda y una ciudad que está sufriendo muchísimo", por lo que apuntó que "podemos estar acertados o no pero que nadie nos pueda reprochar nada a nivel de compromiso o alma", al margen de que "ha habido días que se ha podido sentir eso desde fuera".

Ante la poca confianza que la afición muestra en el equipo, Caballero no escondió que esas opiniones le llegan a los jugadores, aunque también las hay positivas. "Yo entiendo todas las posturas, tengo muchos amigos en la ciudad con los que hablo con confianza y tengo opiniones de que esa dinámica se puede contrarrestar con dos victorias seguidas. El Cádiz, por ejemplo, llevaba dos meses sin ganar, ha ganado dos y ha reaccionado", algo que ellos necesitan "hacerlo ya, porque estamos últimos por méritos propios pero estamos a tiempo". Para poner remedio, el centrocampista apeló a "agachar las orejas y trabajar para que esto cambie desde el domingo", porque él está convencido de que "el equipo está capacitado para competir bien durante 90 minutos" y no sólo durante ciertos momentos de los partidos.

Ante tal panorama, el choque ante el Sevilla Atlético se antoja crucial, por tratarse del rival más directo que a día de hoy tiene el Córdoba. "Sinceramente pienso que tenemos que tomar la semana como si fuera una final, un partido de play off, pero lógicamente miras el calendario y todavía queda una barbaridad. Tenemos que tomarlo como una oportunidad buenísima para sacar la cabeza y convencernos de que estamos vivos. Hay que tomárselo con toda la responsabilidad e importancia del mundo", apuntó un Caballero consciente de que "seguramente la gente dé la cara junto a nosotros y hay que apretar los dientes al máximo".

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