El Córdoba conmemoró ayer los 19 años de una de las tardes-noches más grandes de su historia. En el recuerdo de todo aficionado cordobesista que pase de los 25 años guarda un lugar preferente el espectacular ascenso que el cuadro blanquiverde logró en Cartagena el 30 de junio de 1999, con una victoria por 1-2 en el último partido de la liguilla de ascenso a Segunda División. Aquel salto de categoría, el penúltimo experimentado por el club, supuso un antes y un después para la entidad, al dejar atrás 16 años de ostracismo en el fútbol modesto, en la que quedó para la historia como una de las peores etapas deportivas del club.

Fiel a su estilo de ir contra el guion establecido, el Córdoba arrancó la liguilla de ascenso a Segunda con una derrota ante la Cultural Leonesa (1-0). Acto seguido, una victoria ante el Racing de Ferrol (1-0) y otra derrota ante el cuadro gallego (5-0) dejaron a los de Pepe Escalante en una situación muy delicada. Pero cuando menos opciones tenía, el cuadro cordobesista se hizo fuerte en El Arcángel, donde superó a la Cultural y al Cartagena, ambos choques saldados con 2-0.

Ese estirón le permitió al conjunto blanquiverde llegar al Cartagonova en la última jornada dependiendo de sí mismo para lograr el salto de categoría, aunque sólo la victoria ponía al CCF en Segunda. Como no podía ser de otra manera, los blanquiverdes empezaron perdiendo en un feudo inexpugnable merced a un tanto de Keko en el minuto 22. Sin embargo, un trallazo de Óscar Ventaja de falta directa puso a los de Escalante en el choque y otro lanzamiento de falta espectacular de Ramos sirvió para dar la vuelta a un choque que se siguió de manera masiva en Córdoba y que desencadenó una celebración apoteósica.

De golpe, el Córdoba cerró una de las más negras etapas de su historia y dio un paso adelante para su crecimiento. Más tarde se viviría otro ascenso a Segunda e incluso uno a Primera, pero aquel 30 de junio de 1999 el CCF escribió una página dorada en su historia.