Córdoba CF

El mundo del revés

  • El Nàstic es el segundo peor equipo cuando juega como local, pero el mejor cuando lo hace lejos del Nou Estadi

Gaztañaga y Pleguezuelo tratan de impedir el remate de Adrián Ramos.

Gaztañaga y Pleguezuelo tratan de impedir el remate de Adrián Ramos. / álex cámara

El Nàstic encadena su tercera temporada en Segunda. Firmó un tercer puesto en su regreso, cayendo en el play off ante Osasuna, pero en la pasada tuvo que pelear por la permanencia hasta la última jornada. La llegada de Nano Rivas, a tres partidos para el final, dio a los granas el empujón definitivo para la salvación, abriendo un horizonte que tocaba evitar de nuevo.

Sin embargo, el proyecto de este curso se empezó a truncar pronto y, tras las destituciones de Lluís Carreras y Antonio Rodríguez, el club volvió a confiar en Nano Rivas para enderezar el rumbo. Pero su llegada y los fichajes de enero -Álvaro Vázquez, Matilla, Javi Márquez, Dumitru, César Arzo y Pleguezuelo- no han terminado de afianzar al Nàstic en la zona tranquila. Su principal fallo están siendo los partidos en casa, donde no gana desde mediados de diciembre, saldando sus últimos cinco duelos con un empate y cuatro derrotas. Los granas se han convertido en el segundo peor local, tras el Sevilla Atlético, y por contra son el mejor visitante, algo que refrendó el pasado sábado en Granada.

sin balón

El técnico apuesta por el 4-3-3, sin descartar tampoco el 4-2-3-1. Dimitrievski es el dueño de la portería, con una línea de cuatro por delante en la que Kakabadze y Abraham vienen ocupando los laterales, con la alternativa de Javi Jiménez; son jugadores que atrás no muestran concesiones y se proyectan continuamente al ataque buscando la espalda de los laterales rivales. En el centro de la zaga, Pleguezuelo se adueñó de una de las plazas desde su llegada, estando acompañado bien por Xavi Molina, bien por César Arzo. Los tres son contundentes, efectivos y buenos en el juego aéreo. Además, en la recámara quedan jugadores como Suzuki o el recuperado Djetei.

con balón

Nano Rivas plantea un trivote en la medular. Fali actúa de stopper, dando equilibrio, presionando, robando e iniciando el ataque, incluso cerrándose para reforzar su defensa. Junto a él, dos jugadores escoltándole y jugando por dentro. El técnico suele elegir entre Javi Márquez o Tejera, y Maikel Mesa o Tete Morente, jugadores con gran calidad para asociarse y golpear. Mesa, sobre todo, tiene gran capacidad para salir en espacios cortos y asomarse al área rival. En los costados, Jean Luc y Omar Perdomo dan amplitud por su velocidad y desborde, mientras que Manu Barreiro sirve de complemento al punta por su juego aéreo y su capacidad de sacrificio. Dos killers como Uche y Álvaro Vázquez se alternan arriba.

lo mejor

Su potencial lejos del Nou Estadi.

lo peor

El lastre de jugar como local.

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