córdoba c. f.

Con hacer lo mismo basta

  • Los 4 puntos conseguidos en la primera vuelta en el tramo que resta otorgarían al Córdoba la permanencia si sus rivales también repiten marcadores.

  • De ser así, bajarían los actuales inquilinos de la zona de descenso.

Deivid y Rodri siguen con la mirada un balón en el entrenamiento de ayer.

Deivid y Rodri siguen con la mirada un balón en el entrenamiento de ayer. / josé martínez

Con 12 puntos en juego y una zona de descenso cuya frontera está ahora establecida en los 43 que tiene el Nàstic, todas las cuentas señalan que con 49 puede ser suficiente para conseguir la permanencia esta temporada. De ser así, el Córdoba apenas necesitaría sumar un tercio del botín en estas cuatro jornadas que restan, por lo que repitiendo lo hecho en la primera vuelta le valdría para terminar el curso con una sonrisa en el rostro. Entonces, los blanquiverdes firmaron un triunfo, un empate y dos derrotas, un balance que apenas superaron cinco de los que ahora son sus rivales directos, si bien todos están por delante en la tabla y no suponen riesgo alguno para un equipo que hasta mejoraría un puesto en una clasificación que condenaría a los actuales inquilinos de las cuatro últimas plazas de la competición.

Los dos partidos ligueros que echaron el cierre a 2016 y los dos primeros de 2017 -entre estos el CCF disputó la ronda de octavos de final de la Copa del Rey con el Alcorcón- sirvieron al conjunto blanquiverde para sumar 4 puntos. La derrota en El Arcángel ante el Cádiz (1-3), la primera de la era Carrión, quedó pronto neutralizada con el triunfo logrado en el Carlos Tartiere de Oviedo (1-2), la que hasta hoy es la última alegría del cuadro cordobesista a domicilio. Luego, el cambio a 2017 trajo el empate casero ante el Rayo Vallecano (0-0) y la clara derrota en Montilivi a manos de un Girona (2-0) que tenía ya pinta de equipo de Primera. Un popurrí de resultados que dejaron una recompensa que, en caso de repetirse en este sprint final, podría bastar para sellar la continuidad una temporada en Segunda División.

Porque aunque pueda parecer un botín escaso, lo cierto es que el hecho de que hasta 20 equipos se mantengan con objetivos en juego, ya sea por la parte alta o por la baja de la clasificación, reduce el volumen de puntuación de todos. Hay que recordar que apenas el Sevilla Atlético, que cuenta con 52 puntos en su casillero, es el único equipo que ya sólo pone la honra en cada partido; los ocho que le anteceden en la tabla quieren mirar a Primera, donde ya está un Levante al que sólo le falta un punto para ser matemáticamente campeón; y los 13 que le persiguen quieren huir como sea del peligro que supone la caída a Segunda B.

Un castigo que, con lo realizado en la primera vuelta, recaería en los cuatro conjuntos que ocupan en la actualidad la zona de descenso. Porque en el tramo final de la primera vuelta, el Mirandés apenas sumó 3 puntos que lo dejarían como farolillo rojo con apenas 39, mientras que los 4 que sumaron el Mallorca (43) y el Elche (46) sólo provocarían que los ilicitanos mejoraran un puesto, dejando tercero por la cola a un Nàstic (45) que fue el peor entonces con sólo dos empates. Esos serían los cuatro condenados al pozo de bronce, del que se librarían un UCAM Murcia que también sumó 2 puntos que lo dejarían ahora con 47, los mismos a los que llegaría el Alcorcón tras conseguir 4, y uno menos que el Almería, pues pese a sólo amarrar 3 se iría hasta los 48.

El Córdoba quedaría con 49, un paso por encima y fuera de todo peligro. Claro está que eso sería en caso de que el presente se convirtiera en un calco del pasado, lo que no es fácil porque ahora entran en juego factores ajenos a los meramente deportivos, como la presión, que pueden dar al traste con unas cuentas que sólo serán válidas consiguiendo resultados positivos, y si es en forma de victoria, mejor. Y qué buen sitio es el Carranza para lograr la primera del año a domicilio...

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