El estreno del Córdoba CF ante el Linares Deportivo en su primer encuentro de pretemporada dejó buenas sensaciones, aunque el plantel tiene tareas a mejorar de cara al futuro. Sin embargo, para eso están los duelos de preparación, para probar y ensayar, con el objetivo de llegar de la mejor manera posible el inicio de la competición, previsto para el 5 de septiembre.

Germán Crespo ya avisó de su plan para este curso durante su puesta de largo. El granadino quiere un equipo que sea protagonista, que lleve el peso del partido y que sea vertical. Con un sistema 4-2-3-1, que se puede adaptar a 4-4-2 -lo probó en la segunda parte ante los linarenses-, el Córdoba tiró del libreto de su técnico, aunque fueron de más a menos durante los 90 minutos del choque contra los de Sandroni.

De inicio, el técnico nazarí apostó por un once muy competitivo. Carlos Marín, en su estreno como blanquiverde, completó 45 minutos en la portería, en las que dejó una gran parada tras un tiro de Luis Castillo desde la frontal del área. Eso sí, al meta almeriense se le vio dubitativo con los pies a la hora de conectar con los defensas, un hecho que pudo costar caro en un par de acciones.

La defensa, compuesta por José Ruiz, que fue el único que completó los 90 minutos; Bernardo Cruz, José Cruz y Ekaitz Jiménez, mostró su poderío. Seguridad atrás y bandas veloces, lo que sirvió también para que Toni Arranz y Abreu pudiesen hilvanar el juego de un equipo que tuvo mucha munición en la mediapunta con Luismi, De las Cuevas y Omar Perdomo, que dejaron destellos de la calidad que atesoran. Arriba estuvo Casas, que peleó sin suerte.

En la primera mitad, los blanquiverdes dejaron muy buenas sensaciones, practicando por momentos un fútbol vistoso y en el camino que desea Germán Crespo. Sin embargo, el carrusel de cambios cambiaron esa imagen y esas buenas intenciones del equipo tras el descanso. La entrada del segundo tiempo costó cara. Un desajuste defensivo lo aprovechó el Linares para poner el 0-1. El gol sentó como un jarro de agua fría a un equipo que se vio nervioso y falto de ideas tras recibir el mazazo. De hecho, los jiennenses estuvieron cerca de ampliar su renta si no fuese por José Alonso o Hankins. 

Con el paso de los minutos, el Córdoba, con un gran Ekaitz Jiménez por la banda izquierda y Toni Arranz en el pivote, dieron el paso al frente de nuevo. Adrián Fuentes y Willy pelearon sin suerte arriba, mientras Simo y Ale Marín le pusieron voluntad en los costados. La falta de pegada fue clave para el devenir final de un encuentro que tuvo sus pros y contras. Fue solo el primero. Toca seguir trabajando y analizando los detalles para ir mejorando de cara al futuro.