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La dificultad de saber ganar

  • El Córdoba estrena su casillero de victorias estivales merced a un solitario gol de penalti de Javi Lara ante un Sanluqueño pujante que mereció algún premio, evitado siempre por Pawel

Javi Lara trata de proteger un balón ante el blanquiverde Dani del Moral y su compañero Ceballos.

Javi Lara trata de proteger un balón ante el blanquiverde Dani del Moral y su compañero Ceballos. / ccf

Sin brillo, agarrado a la solvencia de Pawel, con un tanto de penalti de Javi Lara, y ante un rival pujante y aguerrido que mereció alguna recompensa llegó la primera victoria estival del Córdoba de Francisco. Sin duda, la importante carga física acumulada en los entrenamientos y las ganas de un rival que se estrenaba ante su afición tras conseguir hace un mes el ascenso a Segunda B jugaron en contra de los blanquiverdes, a los que se les vio incómodos desde el principio y que sólo en la segunda parte del primer periodo pudieron imponer su teórica superioridad. En esa fase, una buena combinación ofensiva, otra vez con Jovanovic de protagonista, dio origen al único gol de un partido que poco a poco subió de decibelios y que ambos conjuntos terminaron con diez, los locales por la expulsión de Dani Güiza y el CCF por la lesión de Jaime.

A pesar de la diferencia de categoría y de que el Sanluqueño se había estrenado apenas 24 horas antes con un empate en Lebrija, fue el cuadro gaditano el que salió más atrevido, buscando la velocidad de Dani del Moral en las acciones con balón y subiendo mucho la línea de presión para dificultar la salida de los blanquiverdes. Eso dibujó un primer cuarto de hora de imprecisiones continuas, sin un dominador claro, con un ida y vuelta constante y demasiado juego aéreo, un panorama que dejaba al CCF en una situación un tanto incómoda.

Edu Ramos, en plena fase de adaptación al grupo, no se vistió, como Lavín; Stefanovic, a cero

Porque a pesar de tirar arriba a los laterales e intentar controlar las zonas interiores con Vallejo, Bambock y Quim, los de Francisco no terminaban de encontrar el sitio en el verde. Ni siquiera una primera acción de peligro que Jovanovic no pudo culminar por un pelo, que tuvo continuidad en un par de intentos más de Loureiro y Bambock, asentaron al Córdoba. Tanto que de no mediar Pawel se hubiera visto por debajo, si bien el polaco estuvo acertadísimo en un mano a mano con Mawi, que había dejado atrás a Quintanilla.

Pero a partir de esa gran oportunidad del Atleti, el partido poco a poco se fue volcando del lado cordobesista, aprovechando el lógico bajón físico que empezó a acusar el bando local. Y para cimentar esa mejoría, nada mejor que refrendarlo en el marcador. Un pase al espacio de Quim dejó a Jovanovic solo ante Diego García y, aunque el serbio no acertó, el colegiado cobró penalti de Ceballos en la ayuda; Javi Lara tomó la responsalibidad y no falló.

Con ventaja, ese dominio territorial, más que en llegadas, creció a favor del CCF. Javi Galán se atrevió con un libre directo que resolvió bien el meta verdiblanco y ya cerca del descanso Jovanovic acusó su falta de instinto asesino en el área al preferir buscar a Javi Lara para definir una contra bien lanzada por Zelu por el perfil contrario que lo había dejado solo para fusilar a Diego García.

Esa reacción cordobesista, sin embargo, no tuvo continuidad en el segundo acto. Como en el inicio, el Sanluqueño salió con una marcha más, y en apenas cuatro minutos ya asustó con una media vuelta de Dani Muñoz que repelió Pawel y un derechazo a las nubes de Mawi con todo a su favor. Con sólo tres cambios, por aquello de empezar a asemejar los ensayos a los partidos reales, al Córdoba le costaba un mundo y eso que Quim pudo sentenciar tras un envío perfecto de Javi Galán, si bien cabeceó muy picado a tres metros apenas del arco local.

Con el lógico carrusel de sustituciones en ambos bandos y la cita caminando ya hacia su fase definitiva, los nervios empezaron a aparecer en El Palmar. Quintanilla falló dos pases horizontales que Dani del Moral no supo definir y, a la tercera, el extremo se topó con la mano salvadora de Pawel, que apenas pudo respirar con relativa calma cuando Güiza vio la roja por protestar. Eso dejó un tramo final más plácido sólo roto por la retirada de Jaime.

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