Rafa Navarro ya advirtió durante su presentación que su principal obsesión es cortar la sangría defensiva del Córdoba, que pasa por ser, de largo, el equipo más goleado del campeonato con 50 tantos. Con el paso a la defensa de cuatro y perfilando las líneas más juntas, el preparador cordobés espera conseguir lo que no lograron José Ramón Sandoval ni Curro Torres, pues es el único camino para acercar la permanencia, que ahora mismo se ve a seis puntos de distancia.

Quizás le vendría bien a Rafa Navarro echar un ojo a la concepción del juego del Málaga, que el sábado se presentará en El Arcángel con los mejores números defensivos de LaLiga 1|2|3, después de haber encajado sólo 18 tantos en las primeras 27 jornadas (la misma cifra que el Granada). Porque a pesar de contar con una plantilla con jugadores de enorme calidad y desequilibrantes en la parcela ofensiva, el gran éxito del conjunto blanquiazul hasta la fecha está en sus labores sin balón.

No en vano, el equipo de Muñiz sólo ha anotado 28 dianas, cuatro menos que el CCF y sólo por encima de cinco equipos de la categoría. La cifra supera por muy poco el gol de media por partido, si bien ese guarismo queda reducido a 0,7 atendiendo a las últimas 14 jornadas, en las que el Málaga sólo ha perforado la portería contraria en 11 ocasiones, y en apenas tres con firma de sus delanteros. Eso multiplica enormemente el valor de sus tantos, hasta el punto de ser el equipo que mejor los exprime de todo el campeonato.

La preocupación por la falta de gol tiene nombre y apellido: Gustavo Blanco Leschuk, titular habitual, pichichi blanquiazul y que acumula ya 16 jornadas sin marcar, desde finales de octubre. Koné, Jack Harper y Seleznov son el resto de alternativas de un Málaga que encuentra en este frenazo ofensivo su mini crisis actual: un triunfo en los últimos cinco partidos, aunque la racha sin perder asciende a siete fechas. Y, a pesar de todo, sigue cuarto a un punto del ascenso directo, a dos del liderato y con un colchón de seis sobre el séptimo clasificado.

Puertas abiertas para el entrenamiento

Esa relativa calma no alcanza ni de lejos al Córdoba, que espera encontrar en la figura de Rafa Navarro la solución a sus problemas. De momento, las miradas se centran en el aspecto defensivo, porque los blanquiverdes están demostrando ser un bloque fiable en ataque. Desde el 1-0 en Tarragona, el cuadro cordobesista ha marcado siempre, adelantándose incluso en el marcador en las cinco citas más recientes. Pero sólo ganó un partido –precisamente el único en el que dejó la meta a cero–, apenas sumó cuatro puntos de 21. Y en gran parte, por su conocida endeblez en el juego sin balón.

Con la idea de mejorar esos números, la plantilla celebró ayer su primer entrenamiento a puerta cerrada, en el que el técnico cordobés empezó a perfilar detalles de lo que quiere de sus futbolistas el fin de semana. Le quedará todavía una última sesión este viernes, porque hoy la jornada tendrá tintes festivos. La entidad ha decidido abrir El Arcángel a sus aficionados aprovechando la festividad del Día de Andalucía y con la idea de que el plantel reciba el aliento de los suyos para salir del bache.