La decisión de la Real Federación Española de Fútbol de dar por terminada la competición regular en Segunda División B significó el punto y final oficial a la temporada para el Córdoba CF. El conjunto blanquiverde hacía semanas que barruntaba ese precipitado adiós al curso, por lo que optó por liberar a sus jugadores para que regresaran con sus familias a cumplir la cuarentena. En la ciudad, sin embargo, quedaban aún algunos futbolistas, más allá de los cordobeses. Entre ellos, un Luis Garrido que ya ha emprendido la vuelta a casa con la incertidumbre de un futuro en el aire como blanquiverde.

El mediocentro internacional con Honduras firmó por el Córdoba hasta el 30 de junio de 2021, por lo que aún tiene un año más de contrato que cumplir con la entidad de El Arcángel. Su continuidad, sin embargo, es toda una incógnita, en medio de la importante reestructuración que el club blanquiverde llevará a cabo de cara al curso venidero.

Aunque en el Córdoba aseguran que aún no se han tomado decisiones definitivas sobre la continuidad de ciertos jugadores, lo cierto es que los elementos acompañan poco a la continuidad de Garrido en el club. Sin apenas protagonismo en estos meses, y con su gran valedor -Alfonso Serrano- ya fuera del club, la evaluación de su futuro corresponde a la nueva dirección deportiva y a un técnico, Juan Sabas, que poco conoce al hondureño más que por los vídeos que haya podido ver de él y por los apenas tres entrenamientos que compartió con el plantel antes del parón por el coronavirus.

El centrocampista ha vivido un primer curso en el Córdoba para olvidar. Firmado por petición expresa de Alfonso Serrano en el último día del pasado mercado de verano, el mediocentro no pudo ser inscrito y pasó unos meses sin competir en su país, arreglando los trámites para su vuelo hacia España. Finalmente, logró incorporarse un par de meses antes de la apertura del mercado invernal, pero le tocó afrontar la adaptación al grupo sabiendo que no podría competir hasta la reapertura del mercado.

Ya con ritmo en las piernas, Agné quiso probarlo en la visita al Recreativo Granada. Garrido partió como titular, pero una primera parte discreta llevaron al técnico a sustituirlo al descanso. A partir de ahí, su presencia en el equipo se acabó, siendo incluso un descarte habitual en las convocatorias.

Solo 45 minutos de bagaje

Esos 45 minutos, y el trabajo diario siempre incansable mostrado en los entrenamientos, es el aval con el que cuenta el hondureño para convencer de su continuidad a los nuevos responsables deportivos. Un bagaje que se antoja escaso, pese a que su trabajo ha sido reconocido durante el curso por muchos de sus compañeros.

Con un año más de contrato, ahora es tarea de la dirección deportiva evaluar la continuidad de un futbolista que a sus 29 años emprendió en el Córdoba su primera aventura en el fútbol europeo, saldada de momento con escasa fortuna. A la espera de decisiones en firme, la presumible revolución en el plantel para ajustarlo a las demandas de Juan Sabas complican en exceso la continuidad de Garrido.