El Córdoba CF se impuso al Granada en el primer amistoso de la pretemporada para los blanquiverdes, en un duelo con dos partes muy diferencias y con los de Germán Crespo mejor en el segundo acto, cuando el asfixiante calor bajó notablemente. Para empezar, y aunque todavía está muy lejos de ser el equipo que quiere su técnico, el CCF dejó un choque entretenido, mostrando valentía y ese carácter ganador del curso pasado, lo que sirvió para doblegar a los nazaríes.

A este Córdoba se le ven las intenciones pronto, aunque todavía las piernas no dan para cumplir a rajatabla lo que Germán Crespo desea. El equipo blanquiverde, dispuesto en su habitual 4-2-3-1, sigue fiel a ese estilo de presionar alto al rival para propiciar robos en campo contrario y poder finalizar con verticalidad. Así llegaron las primeras aproximaciones al área de los nazaríes, que sacaron al partido del ritmo bajo con el que arrancó. Pepe se equivocó en la iniciación del juego desde atrás y Carracedo anduvo listo para robar, plantarse en el área y ceder a De las Cuevas, quien con todo a favor estrelló el balón en el lateral de la red.

Era el minuto 7 y dos más tarde volvió a tener el alicantino, que cazó un balón suelto en el área y golpeó el balón con un derechazo que lo envió por encima de la meta. A renglón seguido, fue Javi Flores el que tras recuperar en campo del Granada encontró a Willy con un pase en profundidad que el de Torremejía transformó en un fuerte chut que puso en apuros a Adrián.

El Granada, aunque algo más apático que los locales, trató de aplicar la misma vía para hacer daño al Córdoba CF: presión a los amasadores de balón en el inicio de la jugada para robar cerca de la portería de Felipe Ramos. Así llegaron un par de opciones para los de Karanka. En la primera, Jorge Molina se plantó solo ante el meta blanquiverde, pero Gudelj aplicó una carga al límite de la legalidad para desequilibrarlo sin llegar a cometer falta. Poco después, Felipe Ramos se lució a disparo de Adrián Marín, que finalizó con un zurdazo una buena internada de Bryan por la derecha.

Esos fueron los minutos más entretenidos del choque, con ambos equipos ya algo más metidos y buscando la meta rival. Antes de la media hora, Willy se inventó un taconazo a espaldas de la defensa rival que De las Cuevas no supo aprovechar por falta de velocidad en la definición. Con el alicantino habrá que ir a ritmo pausado, como es lógico, en esta pretemporada. Tras una pausa de hidratación, el ritmo del duelo volvió a decaer pero antes del descanso fue Carracedo el que mostró su punta de velocidad, en un contragolpe que condujo con decisión sin saber cómo definir en el área del Granada.

Kike Márquez conduce el balón ante la oposición de dos jugadores del Granada.

Tras el descanso, el habitual carrusel de cambio dibujó dos equipos completamente distintos. En el Córdoba CF, Germán Crespo optó por jugar con dos puntas, una variable muy vista también la pasada temporada. Pero fue en el centro del campo donde más mejoró el equipo. La pareja formada por Ramón Bueno y Álex Bernal equilibró más al CCF, que se hizo claro dominador del juego. Arriba, Sergio Benito mostró muy pronto lo que puede dar a este equipo: pelea, briega, caída a bandas... un constante quebradero de cabeza para la zaga rival.

Con el Granada cada vez menos ambicioso en ataque, el CCF se hizo dueño y señor del partido, encontrando esa presencia en campo contrario que tanto le gusta y con el balón circulando con fluidez gracias a la buena labor de los mediocentros. Pasada la hora de juego pudo llegar el primer gol, en un pase de Ramón Bueno a Sergio Benito, que el punta colgó al segundo palo, donde Simo no remató con claridad en boca de gol.

Carracedo intenta sacar el disparo entre tres jugadores del Granada.

Cada vez más cómodo, el Córdoba lo intentó pese a la lógica falta de claridad de ideas en estos momentos de pretemporada. Y así llegó el tanto de la victoria, por insistencia. Una recuperación en campo del rival permitió a Simo encontrar a Sergio Benito en el área. El madrileño se adelantó a Eu y el zaguero lo derribó cometiendo un claro penalti. Desde los 11 metros no perdonó Antonio Casas para hacer saltar a El Arcángel por primera vez.

Antes del pitido final, el rambleño volvió a gozar de un disparo que atajó Adrián, pero que dejó claro que para él no hay distinción entre amistosos y partidos oficiales. Con el chispazo del delantero cordobés, la afición se marchó contenta a casa y el Córdoba CF dejó unos primeros destellos en los que habrá que profundizar, pero que ayudan a ilusionarse.