Carlitos Caballero cuelga las botas

Carlos Caballero cuelga las botas. El que fuera el 21 del Córdoba CF durante seis años y medio anunció el punto y final a su carrera como futbolista profesional este martes, mediante una carta publicada por el Fuenlabrada, su último club, con el que el pasado junio consiguió el ascenso a Segunda División y en el que esta temporada no tenía sitio.

A sus 34 años –cumplirá 35 el 5 de octubre–, Caballero se ha atrevido a dar el pase más difícil de su carrera, una trayectoria labrada a base de trabajo y calidad entre Segunda y Segunda B, con una testimonial aparición de cinco minutos y dos partidos en Primera. Esa sensación sin duda especial la vivió de blanquiverde, defendiendo los colores del CCF, al que ayudó a dar el paso clave para su crecimiento.

Carlitos fue el primer fichaje de la nueva era cordobesista, arrancada por Carlos González en 2011, pues llegó del Cádiz, de Segunda B, junto a López Silva avalado por Luna Eslava. Era junio de 2011. Un año después, los blanquiverdes caían en el play off de ascenso tras enterrar el manido cincuentapuntismo con un ejercicio notable bajo la dirección de Paco Jémez.

Con esa inercia, dos temporadas después, el Córdoba por fin conseguía dar el salto a la élite en aquella inolvidable tarde en Las Palmas de Gran Canaria. El madrileño pudo así poner una sonrisa final a un curso marcado por su grave lesión de rodilla, que le hizo perderse la parte decisiva de la campaña. Luego, tras su recuperación, apenas si tuvo tiempo de disfrutar, pues la entidad le abrió la puerta en enero para marcharse al Veria griego.

El adiós definitivo, con destino a Fuenlabrada

A su vuelta, Carlos Caballero todavía jugó dos temporadas y media más en El Arcángel, volvió a ser parte activa de otro play off, esta vez sin éxito, y finalmente, ya bajo la propiedad de Jesús León y con la capa de Luis Oliver haciendo estragos, se vio empujado a hacer de manera definitiva las maletas el 25 de enero de 2018. Su destino, el Fuenlabrada, con el que en junio firmó un histórico salto a la división de plata para colgar las botas.