javi lara. capitán del córdoba

"Siempre lo doy todo; que el 100% mío para algunos sea sólo un 70..."

  • Está convencido de que aún tiene "cosas que decir" en el CCF tras un verano en el que tuvo más de una vez las puertas abiertas para salir

  • "Como no tengas trabajo, con la calidad nada más no llegas", recuerda el montoreño

"Siempre lo doy todo; que el 100% mío para algunos sea sólo un 70..."

"Siempre lo doy todo; que el 100% mío para algunos sea sólo un 70..." / juan ayala

Acaba el entrenamiento, más largo de lo normal, se trata con los fisios para evitar disgustos futuros y sale al encuentro con una sonrisa dibujando su cara. A pesar del mal arranque del equipo, a Javier Lara Grande (Montoro, 1985) se le ve feliz porque vuelve a sentirse importante en un proyecto del que durante el verano llegó a verse fuera, pero los problemas con el límite salarial y la marcha de Luis Oliver lo impidieron. Eso ya es pasado y el cordobés, al que le "duele" que se mire con recelo a la gente de la casa y que se ha hartado de luchar para quitarse ciertas etiquetas, está centrado en reconducir la marcha de un equipo que "ha perdido el orden" que tenía la campaña pasada. Es consciente de que es "el momento de ayudar" también a Sandoval, que llegó en plena fase de preparación por la marcha a la carrera de Francisco, porque si algo ha demostrado el Córdoba en su etapa reciente es que "se puede dar la vuelta" a cualquier situación, por complicada que parezca.

-Vaya veranito llevamos...

-Ya he dicho que me gustaría que se hablara más de fútbol. Al menos, por fin acabó el mercado y ya sabemos los que vamos a estar aquí.

-Además, el inicio ha sido malo.

-El fútbol tiene estas cosas, nunca sabes por dónde te va a venir. Todo el mundo hablaba de que nos iba a costar hacer gol porque no teníamos delanteros y los problemas están viniendo en nuestra propia portería, que defensivamente a nivel de grupo no estamos haciendo las cosas bien. Tenemos que defender los once y quizás hemos perdido el orden que teníamos el año pasado.

-¿Qué le ha pasado al equipo, con el mismo técnico y casi los mismos jugadores en la zona defensiva, para un cambio tan brusco?

-Bueno, tampoco puedo decir mucho porque la temporada no pude disputar las últimas jornadas por la lesión, y a lo mejor el año pasado fueron muchos partidos también a la épica y nos salió bien, y ahora es una temporada nueva en la que no hemos tenido tampoco la pretemporada ideal, lo que quizás ha hecho que la gente no esté lo centrada que tiene que estar... Han venido unos partidos en los que quizás se nos está viendo errores que en Segunda se pagan caros. Cuanto antes resolvamos esto, mucho mejor, sobre todo estar ordenados.

-Es la clave, pues el equipo se ha visto muy desordenado, sobre todo cuando encaja, algo parecido al inicio del curso pasado.

-Hombre, se ve el desorden respecto a los rivales, porque no son unos rivales que te dominen y te creen las ocasiones por dominio y les tengas que dar la enhorabuena; son más errores que se pueden corregir y esperamos que se vaya haciendo lo antes posible.

-Hay que tener claro que las situación es muy diferente a cuando llegó Sandoval. Antes valía tirar de lo emocional, pero ahora...

-Bueno, es verdad que el año pasado no teníamos otra opción, siempre ibas a los partidos sabiendo que era la última opción para salvarte, y quizás eso puede que sea algo a tener en cuenta. De hecho, el míster eso a veces lo comenta, que se notaba en el campo que era una última oportunidad. Ahora lo que veo es que los rivales, sin ser superiores, nada más que estando ordenados y esperando cualquier error, se están llevando los partidos.

-El equipo es colista a las primeras de cambio. Tras lo sufrido la temporada anterior, no era el inicio esperado ni mucho menos...

-Como la mayoría de la plantilla es la del año pasado, nada nos va a sorprender. Pero peor que la situación que vivimos entonces no creo que se vaya a dar. Por esa parte podemos tener un poco de tranquilidad, pues hay un buen vestuario, estamos la mayoría del curso anterior y sabemos que a cualquier situación se le puede dar la vuelta.

-Quizás esa continuidad en el vestuario ha hecho que el verano se pase mejor de lo que hubiera sido en otra situación diferente.

-Por supuesto, porque si se hubieran dado diez fichajes, ésos estarían con las manos en la cabeza. Nosotros sabemos lo que es el Córdoba, de la situación que venimos, y ya está. Pero si se hubieran hecho esos diez fichajes también significaría que las cosas estaban de otra manera y lo mismo yo no estaba ni haciendo esta entrevista.

-Pero por suerte estamos aquí, y usted va recuperando la sonrisa.

-Es verdad que desde que tuve la lesión he estado siempre entrenando, no he parado, esperando siempre tener la oportunidad de jugar, y ahora creo que se me otra vez con esa chispita y esa alegría que había perdido, y eso es lo que estoy intentando de recuperar, sentirme cada vez mejor. Cuando llevas sin jugar desde marzo, conforme más vas jugando te vas encontrando cada vez mejor, aunque tampoco es fácil encontrar la continuidad.

-Lo necesitaba, después de una etapa muy difícil.

-Sí, porque se leen muchas mentiras, mucha gente que escribe desde el sofá de su casa y hace daño, y eso siempre te llega, porque estás en tu tierra y si no lo lees tú, lo lee tu gente y al final te llega.

-Es que no ha sido sólo el tema de la lesión, quizás lo de menos.

-Tengo muy claro que si el tema del límite salarial hubiera sido diferente, quizás no estaría aquí, porque como se hablaba de que iba a venir Pelé... Pues a lo mejor no estaba aquí. O si Oliver hubiera seguido un par de semanas más haciendo lo que quería, yo no estaría aquí, seis o siete compañeros tampoco y estaríamos prácticamente descendidos, porque hubiéramos estado en la misma situación, pero con seis o siete futbolistas menos, casi un descenso encubierto. Por suerte, creo que se tomaron las decisiones a tiempo y no se dieron todas las bajas que se tenía pensado dar.

-¿Te viste tan fuera?

-Si algo he tenido claro desde que empecé a jugar a fútbol, que me tocó siempre irme fuera, cada temporada siempre pensaba en hacerlo bien para que me llamara el Córdoba... Me he tirado diez o doce años así y ahora que estoy aquí, para irme me tendrán que obligar, me tendrán que echar, porque estoy donde siempre he querido estar. Es verdad que si viera tan evidente que no puedo ayudar, yo sólo me iría, pero creo que todavía tengo cosas que decir aquí.

-¿Se arrepiente de haber vuelto, o al menos del momento? Porque desde que está aquí cada año es más sufrido que el anterior.

-Hombre, no te arrepientes, pero sí es verdad que hay mucha gente cercana que te dice en qué momento has venido. Pero como digo siempre, cada mañana que te levantas y vas a entrenar para El Arcángel, siempre dices aquí es donde quiero estar, o cuando estás en los partidos y miras a la grada y ves a tu familia, eso no se te olvida y te das cuenta de que estás viviendo un sueño. Y eso no se cambia por nada.

-Aquello de ser profeta en su tierra no se lo van a poner fácil.

-También en otros equipos pasa con la gente de la tierra, parece como que cansa ver muchas veces a los jugadores de la casa, y viene cualquiera de fuera y parece que tampoco tiene que hacer tanto. Imagino que serán cosas del fútbol y como no depende de uno, pues tampoco se puede hacer nada.

-¿Duele ese trato?

-Claro que duele. Se nota y se siente, y duele muchísimo. Sobre todo mucha gente que ahora con las redes sociales se dedican a infectar a la gente, como ni no tuvieran nada mejor que hacer. Se dedican a decir mentiras y cosas que hacen mucho daño, y eso influye ya quizás no a nivel personal, sino también en las opiniones del resto.

-¿Pero duele más por uno mismo o por la gente que lo ve sufrir?

-Por todo en general, porque yo últimamente hago poco uso de las redes sociales, pero si no lo leo yo, lo leen familiares o amigos, y siempre están muy lejos de la realidad, porque uno sabe lo que sufre y lo que siente por estar aquí, y los que están en su casa no lo ven en absoluto.

-¿Está más tranquilo desde que dejó Twitter? Porque usted era una persona a la que le gustaba interactuar mucho.

-¡Me da rabia! Hay mucha gente que me conoce y me dice ese no eres tú, porque yo soy una persona cercana. Pero es que ya estaba llegando a un momento que cuando lees nada más que mentiras, las desmientes, y en lugar de acatarlo te lanzan puyitas porque los has desmentido, al final lo mejor es quitarse del medio porque esto no se puede controlar; hay tantas personas y cada vez el abanico es más grande... Pero a nivel personal es que creo que no lo puedo controlar.

-¿Le ha costado mucho quitarse las etiquetas que se le han ido colgando con el paso del tiempo?

-Eso es que es imposible de quitar. Siempre cuando tienes calidad parece que no trabajas, y al que trabaja, se tira al suelo y se mancha el pantalón, pues da igual que no dé un pase a dos metros. Pero si todos fuéramos iguales, el fútbol sería muy aburrido.

-Lo cierto es que al Javi Lara maduro, el de ahora, no se le puede achacar que no trabaje.

-Siempre me he considerado un jugador de equipo, al que le gusta su profesión, que siempre da lo máximo... Pero como suelo decir, que el cien por cien mío para algunos sea un 70, pues eso es otra cosa, pero yo sé que siempre doy todo. La mayoría de los entrenadores que he tenido, por no decir todos, siempre me dicen lo mismo: das una sensación y luego en el día a día es completamente otra distinta. Pero el que va un día al estadio, a un partido cada 15 días, no sé la percepción que tendrá.

-Es que hoy en día, salvo para algunos privilegiados, sólo con calidad no vale para jugar al fútbol.

-Como no tengas trabajo, con la calidad nada más no llegas. Es verdad que según en qué división te vienen mejor unas cualidades u otras. Por ejemplo, a mí en Segunda B me costaba más destacar que en categorías más altas como Primera, que el año que jugué estaba más cómodo.

-La calidad es indudable que la tiene, pero ese cambio hacia el trabajo llegó en el Lucena.

-Falete es un entrenador que exprime al máximo a los jugadores, yo ya lo conocía de antes, y cuando estás cerca de casa, con un grupo de jugadores de aquí... Siempre digo lo mismo: con mil euros era feliz y había muchos menos problemas que ahora. Y ahí, en ese momento, nadie me decía que me subieran el sueldo, y hoy casi todos los días me dicen que me lo baje.

-Yo al menos pienso que los contratos están para cumplirlos.

-Se tiene poca memoria, pues yo cuando vine aquí lo hice con un contrato ridículo, que equipos que estaban en descenso me lo doblaban, pero vine y cuando me ofrecieron renovar lo hice con un buen contrato, pero peor a otras ofertas que tuve de la misma división. Yo en eso estoy también de acuerdo, pues lo mismo que hay jugadores que se quieren ir y les dicen que paguen su claúsula y al final no pueden salir, si con un jugador no cuentas, tiene su contrato. Es válido para ambas partes, pero normalmente el jugador siempre pierde. Si algo me ha quedado claro con los años es que el futbolista es como una naranja, que si da buen zumo todo el mundo se lo quiere beber y cuando no, te tiran a una caja y que venga otro.

-Usted siempre habla claro. ¿Pisamos algún charco?

-Siempre hablo claro y eso da problemas, pero si antes lo hacía, ahora con esta edad no voy a cambiar.

-Llegó con la familia González y ahora está Jesús León. ¿Muchos cambios al margen de los estructurales que se ven en el club?

-Creo que hay mucha gente de fuera que no sabe muchas cosas, y nosotros que estamos dentro no sabemos ni la mitad, intentas dedicarte a jugar. Con Carlos González no tenía mucha relación, pero siempre que me cruzaba con él le decía lo que pensaba, a pesar de que decían que no era bueno decirle eso, pero nunca tuve problemas. Y luego con Jesús quizás tenía más relación antes de que fuera presidente, porque yo tampoco me siente cómodo teniendo una relación muy cercana. El tiempo dirá cómo ha hecho cada uno las cosas. Ahora mismo lleva poco tiempo y tampoco se le puede juzgar, porque tampoco sabemos si todas las cosas son por lo que él ha hecho, por lo que había de antes...

-Lo cierto es que de enero a a ahora, el club ha vivido un máster de la cara amarga del fútbol, quitando ese oasis de la salvación.

-Sí, porque todo el mundo pensaba que al lograrse la permanencia... Se escuchaba que iban a venir jugadores de un perfil muy alto, tipo Jorge Molina o Rubén Castro, y luego ha sido una cosa totalmente diferente. Menos mal que se logró la permanencia. Es verdad que se hizo mal la operación de Sergi Guardiola, que de haberla hecho bien estaríamos en otra situación, pero...

-Ha hablado antes de que menos mal que salió Luis Oliver, pieza clave en esa permanencia.

-Me hace mucha gracia cuando se dice que el Córdoba se salvó gracias a Oliver porque pudo traer a grandes jugadores, porque da igual que esté él, Jesús o cualquier persona, pues los jugadores van donde hay un proyecto serio, donde económicamente te aseguran una estabilidad. No creo que fuera él, salvo porque estaba en ese momento. Aquí vinieron buenos jugadores supongo que porque les asegurarían que iban a estar bien, estabilidad y que económicamente iban a estar respaldados. Como se suele decir, cuando un río suena, agua lleva, y al final se ha visto que lo que todo el mundo decía, no estaría muy equivocado, porque se han tenido que tomar decisiones por el bien del club que si no LaLiga nos hubiera tenido más estrangulados aún.

-Tras la salida de Luis y hasta la llegada de Alfredo García Amado, el presidente tomó las riendas de todo. ¿Ha echado algo en falta?

-Le han surgido tantos temas y estaba tan solo que tiene que ser muy complicado ver a qué das prioridad y a qué no. Por ejemplo, si cada papel que levantas te encuentras un problema y piensas que tu hombre de confianza te lo va a solucionar y en lugar de hacerlo te da más... Eso tiene que ser bastante complicado. Sinceramente, no me gustaría estar en su papel en todo lo que ha vivido después de la campaña de abonados y demás, pero al final el fútbol es que le pelota entre y, si lo hace, la gente estará con más tranquilidad.

-Volvamos a lo deportivo. Francisco fue importante para que recuperara confianza y ahora Sandoval viene contando con usted.

-Soy una persona clara y Francisco lo era también, por lo que era fácil entenderse con él. Me dijo que se había encontrado un Javi Lara que no esperaba y eso me hizo sentirme contento con el trabajo que había hecho en silencio antes de que empezara la pretemporada. Es verdad que me estaba sintiendo a gusto, como todos los jugadores, porque trabajaba bastante bien, pero se tuvo que ir por diferentes motivos que cada uno sabrá. Luego vino Sandoval, que ya nos conocía de antes, y tengo la sensación de que se ha encontrado un Javi Lara diferente al de la temporada pasada. Es un momento para ayudarlo a él también.

-¿Qué podemos esperar de esta temporada?

-Esperas no sufrir, pero si no sufres no eres el Córdoba y seguramente nos tocará hacerlo. Pero espero que haya más momentos buenos que malos, que sobre todo no haya lesiones y pueda ayudar al equipo.

-Tiene un año de contrato, una opción para ampliarlo. ¿Espera estar mucho tiempo aquí?

-Sinceramente no sé cuántos partidos me quedan; pienso en cada semana, en disfrutar, en jugar el máximo de partidos posibles e intentar estar aquí lo máximo que pueda siempre que cuenten conmigo y me vean con validez para ayudar al equipo, más allá de que el contrato tenga un cero más o un cero menos.

-¿Le quedan sueños por cumplir?

-Hombre, si subiéramos a Primera y jugar ahí con el Córdoba sería lo máximo, pero me han tocado vivir unos años complicados aquí. El fútbol nunca se sabe, hemos empezado mal, pero igual coges una racha buena, te metes ahí y por qué no.

-Sería buenísimo para todos.

-Ojalá, porque al menos tendríamos tranquilidad y más alegría en toda la ciudad.

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