A José Manuel Fernández le duele ver al Córdoba colista, hundido en la clasificación de Segunda División. Primero porque es cordobés, y luego por su condición de cordobesista. Además, ahora es capitán de un equipo que va ya por su tercer técnico de la temporada, lo que pone más en la diana a la plantilla, algo que admite como normal: "Nosotros somos los que jugamos, los que estamos en el campo y los que tenemos que arreglar esto porque somos los que estamos en el verde". Eso sí, el lateral tiene claro que cualquier ayuda es importante, más si cabe si viene desde la afición, a la que pidió "unión" y que estén con el equipo porque "los necesitamos como el que más". El domingo, como hasta ahora, lo estarán, para tratar de tumbar al Rayo y dar el primer paso hacia el milagro de la salvación, que ahora se ve a dos partidos, seis puntos.

"Estamos tristes por la situación en la que estamos, pero con ilusión de sacar esto adelante; es un palo estar ahí porque creo que hay bastante nivel para estar más tranquilos", apuntó Fernández, al que por su condición de capitán le tocó ser el primero en dar la cara tras la salida de Juan Merino y la llegada al banquillo de Jorge Romero, ante el silencio impuesto por los dirigentes de la entidad pese a la crisis. El futbolista destacó la "ilusión" y "ganas de trabajar y revertir la situación" del nuevo entrenador, que "está viendo lo que le puede venir mejor al equipo".

Algo que pasa principalmente por cerrar de una vez la sangría defensiva, algo que "duele" al grupo porque "el bagaje defensivo no es el deseado". ¿Cómo se puede cambiar eso? A razón del cordobés, "todo se consigue con trabajo; llevamos trabajando muy duro desde el inicio, pero los errores nos están penalizando y puliendo eso las cosas van a mejorar mucho". Y eso lo dice Fernández, seguro de que todo el plantel "puede dar mucho más, pues si todos diéramos el 200 por cien de cada uno, la clasificación sería muy diferente".

Centrado en que "los tres puntos se queden en casa" el domingo ante un Rayo Vallecano "con jugadores muy determinantes en ataque" que obligarán a "dar el 300 por cien", el lateral derecho comprende que los aficionados "estén enfadados porque no les estamos dando lo que merecen, pero les pido que estén con nosotros y que las críticas las dejen para después del partido, porque pondremos la cara para que nos la pongan colorada y nos digan lo que nos quieran decir. Espero que nos unamos mucho más, porque eso es lo que nos va a ayudar a sacar esta situación". Y ahí la receta pasa por ir partido a partido, "sacar los puntos e ir poco a poco, porque mirar a largo plazo no sirve de nada".