El Córdoba CF continúa segundo del Subgrupo IV-B de Segunda División B tras la disputa de los dos últimos partidos aplazados que quedaban pendientes. El conjunto blanquiverde salió beneficiado de las derrotas a domicilio del Real Murcia y el Recreativo Granada, que podían superarlo en una clasificación que sigue dominada en solitario por el UCAM Murcia, con tres puntos más que los de Juan Sabas, que contabilizan ocho.

Sin llegar a saltar al terreno de juego, se puede decir que el Córdoba ganó este miércoles en dos campos en los que jugaba de manera indirecta. Y eso ya supone un alivio para un equipo que vive inmerso en su primera crisis de la temporada, después de encajar su primer tropiezo ante el Sevilla Atlético y encadenar tres partidos sin triunfo. De momento, los resultados de las citas pospuestas en su día por el covid lo mantienen entre los tres primeros de la tabla, es decir, en puestos de clasificación para el grupo de ascenso en la segunda fase, que pasa por ser el primero de los objetivos.

El primer marcador que favoreció a la escuadra de Sabas llegó desde Sevilla. El Real Murcia cayó ante un Betis Deportivo (2-1) que consiguió su primera victoria del campeonato, tras tres empates consecutivos. Un tanto del joven Manu Morillo a ocho minutos del final acabó con las tablas consecuencia del autogol del grana Edu Luna y el posterior empate de su compañero Toril, que sí atinó con la portería adecuada. Los granas, que recibirán al CCF la próxima semana en el Enrique Roca, se quedan con siete puntos, a un paso de la zona noble.

Esos guarismos son los mismos que ya acumula el Linares Deportivo, rival de los blanquiverdes este domingo (Linarejos, 17:00). El equipo azulillo logró sus primeros tres puntos de una tacada en su estadio, donde en la primera jornada había empatado con el Yeclano, tras superar a un Recreativo Granada que se mantenía invicto tras cuatro partidos. Una diana de Marc Mas en el arranque fue más que suficiente.

Seguro que los técnicos del Córdoba estuvieron muy pendientes de lo que ocurrió en el verde y cómo se mostró la escuadra linarense. De partida, el Linares es un bloque bien armado, aguerrido y que no da una pelota por perdida, como pudo verse con el avance de los minutos ante la ofensiva final del filial, que apenas si inquietó al excordobesista Razak. Todo eso tendrán que igualarlo los de Sabas el domingo para, luego, tratar de imponer su teórica superioridad técnica y cerrar así el primer entuerto del año.