El desastre es ya irremediable y el Córdoba CF tendrá que jugar el próximo curso en Segunda RFEF, pero la temporada no ha terminado para el conjunto blanquiverde. Aunque en el aspecto competitivo ya no quedan partidos por delante, los jugadores tendrán que seguir trabajando, al menos una semana más, con el horizonte abierto a alargar esa agonía.

Y es que el atípico curso que ha deparado el coronavirus ha generado una situación extraña en el Córdoba. A principios del mes de mayo, el equipo ya está fuera de la competición, con previsión de no volver a competir en más de tres meses, lo que obligará a los futbolistas a cumplir con su labor alguna semana más.

En el club blanquiverde nada se da por seguro más allá de esta semana, pues la fecha del partido ante el Cádiz B se veía como un todo o nada en la presente temporada. Pero sí está definido ya que el equipo entrenará al menos durante la presente semana. La plantilla goza de dos días de descanso desde este lunes, y se incorporará a los entrenamientos el miércoles, con vistas a trabajar como mínimo hasta el sábado. El domingo, teórico día de partido pero ya sin competición, es de esperar que el equipo vuelve a parar su actividad.

Más allá de esas sesiones previstas, en el club aún están por definir que pasará en las siguientes semanas. Buena parte de la actual plantilla terminará marchándose del club, bien por la finalización de sus contratos o bien por su escaso rendimiento. Pero algunos jugadores seguirán, y en el Córdoba entienden que no se puede detener el trabajo durante más de dos meses, a la espera de conocer cuándo arrancará el próximo curso.

Por ese motivo, para el equipo se abre ahora un incómodo periodo, en el que tocará entrenarse con la certeza de que la competición ya está terminada y el agravante de que muchos de los futbolistas están agotando su etapa en el club. Un peaje más a pagar por esta decepcionante temporada.