El cordobesismo vuelve a respirar tranquilo. El Córdoba CF trabaja ya desde este miércoles en la tramitación de las fichas de sus futbolistas -tanto del primer equipo como del femenino, el filial y el resto de categorías- y espera completar el proceso en lo que queda de semana para dejar paso a la cascada de anuncios oficiales de los muchos fichajes que han llegado este verano a la entidad, y que no han sido anunciados hasta la fecha a la espera de recibir el OK federativo. La confirmación de que la Real Federación Española inscribía al conjunto blanquiverde a través de Unión Futbolística Cordobesa ha cerrado una etapa de diez meses convulsos en la entidad cordobesista.

Un periodo duro, después de unos años no precisamente tranquilos, en los que Infinity ha mantenido su apuesta por la entidad a través de la Unidad Productiva, un camino complejo por inexplorado, pero en el que la nueva propiedad siempre mantuvo la confianza, derivada del estudio previo del caso y del respaldo judicial que encontró el proceso desde su inicio.

Y es que, a pesar de todas las dudas sembradas en el entorno y de los movimientos de los antiguos gestores de la entidad, los representantes del fondo de inversión de Bahréin mantuvieron el mismo mensaje de confianza y tranquilidad desde el primer hasta el último día. El tiempo y los pronunciamientos judiciales, diez meses después, han terminado por reafirmar su posición, pese a los vaivenes que el caso ha sufrido desde que en noviembre se produjo el desembarco de Infinity en El Arcángel.

Uno de los momentos que más complicaron el proceso fue la recusación del juez que autorizó la venta de la Unidad Productiva, el titular del juzgado de lo Mercantil número 1 de Córdoba, Antonio Fuentes Bujalance. Un incidente de recusación planteado por Magdalena Entrenas, abogada del club durante la etapa de Jesús León al frente de la entidad, que apartó al magistrado del caso y que abrió el camino para que la guerra mediática se intensificara. Esa recusación se conoció el 20 de febrero y desde entonces los movimientos de algunos acreedores del Córdoba CF SAD y de los responsables de Azaveco, propietaria del paquete mayoritario de sus acciones, han sido una constante en busca de revertir una situación que ahora ha terminado por cristalizar.

El pasado 19 de agosto, después de meses de espera, el Consejo General del Poder Judicial nombró a Fernando Caballero como el magistrado encargado de asumir el caso Córdoba CF en sustitución de Antonio Fuentes. El juez, después de apurar sus vacaciones, terminó por refrendar el camino abierto con los autos dictados en su día por su compañero, tras estudiar a fondo el caso y los recursos presentados durante unos diez días.

La resolución del caso Córdoba CF, que ya goza de firmeza y solo es recurrible en instancias superiores, supondrá un antes y un después en la entidad blanquiverde, pero también apunta a serlo en el fútbol español. La demostración de que el camino iniciado por Infinity gozada de total legitimidad llevará a la Real Federación Española de Fútbol a una revisión de su propia reglamentación, pero no supondrá ya un problema para el Córdoba.

En la entidad de El Arcángel se abre ahora de lleno el tiempo para que Infinity, con Javier González Calvo como cabeza visible, impulse el proyecto que presentó a Córdoba y al cordobesismo tras su llegada a la ciudad. Al margen de la ambición en el plano deportivo, con la búsqueda del ascenso desde el primer momento, el grupo de inversión tiene importantes retos por delante, como el desarrollo de una ciudad deportiva propia que consolide la estructura del club, en busca del regreso al fútbol profesional.

Desde este mismo miércoles, en las oficinas de El Arcángel se trabaja ya para tramitar las fichas de todos sus futbolistas en la Federación, paso previo al anuncio de los fichajes que desde hace semanas trabajan a las órdenes de Juan Sabas, en el filial y también en el equipo femenino. Tras diez meses convulsos, el Córdoba CF abre una nueva etapa marcada por la ambición de un proyecto que ha recuperado la ilusión de la afición blanquiverde. Infinity tiene ya el camino despejado para plasmar sus planes en un club que ansía recuperar la calma y la normalidad. Al fin ha llegado la hora de hablar de fútbol.