El Córdoba CF ya tiene la aprobación de las autoridades pertinentes al Expediente de Regulación Temporal de Empleo que presentó hace unos días para la gran mayoría de sus trabajadores, tanto deportivos como no deportivos. El club blanquiverde se acogió a esa alternativa después de mes y medio de paralización de su actividad y de las competiciones en las que participan sus equipos, y lo hizo por dos vías, dada su especial situación actual.

Y es que la venta de la Unidad Productiva a Infinity, proceso que aún no ha culminado al 100% ante la paralización de la justicia ordinaria, provoca que de manera legal sean dos las sociedades que sustentan los distintos contratos laborales de jugadores y empleados del club blanquiverde.

Por un lado, bajo la denominación de Córdoba CF SAD se encuentran aún los futbolistas, cuyas fichas fueron presentadas ante los organismos federativos antes del desembarco de la nueva propiedad, por lo que sus contratos aún no han podido ser subrogados hacia Unión Futbolística Cordobesa, aunque sea esa entidad la que abona las nóminas desde hace meses. Los que sí están ya en nómina de esa sociedad son los trabajadores no deportivos.

De este modo, el Córdoba presentó dos ERTES, uno para cada sociedad, y con el visto bueno de los administradores judiciales para el caso de los contratos que aún están recogidos bajo la antigua SAD. Con la medida llevada a cabo ante la incertidumbre que se presenta en los próximos meses, el club ahorrará unos 500.000 euros, según pudo saber el Día en el momento de la presentación del expediente.

En la formalización del ERTE por parte del Córdoba fue crucial el acuerdo con los futbolistas, que verán reducidos sus sueldos en un porcentaje importante, bajo el compromiso del club de que los trabajadores no deportivos no verán mermados sus salarios. La medida ya aprobada por la autoridad laboral alcanza a buena parte de los empleados de la entidad, salvo algunos de los departamentos de prensa y administración, que siguen desarrollando su labor en estas semanas.