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Aguado: renovación o al filial

  • El Córdoba mete presión al medio jienense, con el que hay importantes diferencias económicas, apartándolo de los planes de la primera plantilla

Álvaro Aguado recibe la entrada del cordobés Chechu Dorado durante la visita a Vallecas del pasado mayo.

Álvaro Aguado recibe la entrada del cordobés Chechu Dorado durante la visita a Vallecas del pasado mayo. / sergio reyes / lof

El Córdoba y Álvaro Aguado están obligados a entenderse. Pero no parece que el camino hacia la entente vaya a ser fácil. De momento, después de meses de cortejo, el club blanquiverde ha terminado por escenificar su cambio de táctica, pasando a una posición de fuerza con la que pretende meter presión al medio jienense y su entorno, con los que hoy en días continúa habiendo importantes diferencias económicas en la negociación para su mejora contractual. El nuevo paso, hecho público ayer, es dejar al futbolista fuera del plan de trabajo del primer equipo, pues como se han encargado de recordar últimamente las voces autorizadas de El Arcángel, su vinculación es con el filial, que no comenzará el trabajo hasta el lunes 16. La pelota está ahora en el tejado del futbolista, que ya conoce el camino para cambiar su situación.

Desde su irrupción en el primer equipo, que prácticamente coincidió con los primeros pasos del trato final entre Jesús León y Carlos González para la venta de la sociedad, el Córdoba ha venido dando galones de estrella a Aguado, algo que se fue acrecentando con el paso de las jornadas y vivió su cénit en el tramo definitivo del campeonato. Tanto que las suplencias del futbolista fueron motivo de discrepancias entre la dirección y el técnico en más de una ocasión.

Una táctica de cortejo que los dirigentes cordobesistas ya han reconocido, en privado, como errónea y que ha provocado, en parte, el distanciamiento actual entre el CCF y el jugador. El optimismo que la fase de adulación a la conclusión de la temporada dio a la entidad a la hora de pensar en un inminente acuerdo para la ampliación y mejora de su contrato fue poco a poco tornándose en negativismo. Porque la petición de Aguado fue en consonancia con el rol que le fueron prometiendo y eso dista mucho de la oferta que el club le hizo llegar en su momento y que se mantiene inalterable a día de hoy.

Así, para demostrar fortaleza en la negociación, el Córdoba decidió ayer sacar al jugador de la planificación prevista para el primer conjunto. Fue un paso más dentro de un proceso que ya originó mensajes hacia el centrocampista en las últimas comparecencias públicas de León y el director general deportivo, Luis Oliver. Ambos advirtieron de las posturas lejanas y remitieron al entorno de Aguado a reconsiderar su postura o abonar su cláusula de rescisión, de 6 millones de euros, para poder aceptar alguna de las propuestas para jugar en la élite que le han llegado y romper los dos años de contrato que le quedan como blanquiverde.

Por ahora, el medio parece ajeno a toda esta situación y ayer subió un vídeo en sus redes sociales mostrando sus entrenamientos en solitario. Algo que salvo giro radical tendrá que seguir haciendo en los próximos días, al menos hasta que la próxima semana vuelva el filial, a no ser que dé marcha atrás y acepte la propuesta de un Córdoba con el que dejó detalles de calidad en su primera temporada en Segunda. Un curso, el pasado, que para Aguado se redujo a 16 partidos y 789 minutos, con un gol, en la categoría de plata, esa de la que ahora le separa un mundo.

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