La parte del campo de maniobras de la base militar de Cerro Muriano que se vio afectada por el incendio de finales de julio de 2007 contará antes de que termine este año con una masa forestal un 10% superior a la que tenía antes de sufrir el fuego. Ésta es la principal novedad que incluye el plan de mejora y reforestación de las zonas devastadas que el Ministerio de Medio Ambiente puso en marcha el pasado mayo y que pretende finalizar en torno al próximo diciembre. En total, según los datos que aportaron ayer los representantes de la Subdelegación del Gobierno y la Brigada de Infantería Mecanizada (Brimz) Guzmán el Bueno, la actuación contempla 264 hectáreas de terreno, una superficie muy reducida si se tiene en cuenta que ardieron alrededor de 4.000 hectáreas -según datos oficiales-, la mayor parte del término municipal de Obejo.

La reforestación, que se ejecutará con cargo a los llamados fondos anticrisis promovidos del Gobierno -lo que asegura que la actuación acabará antes de que termine el año- y que necesitará una inversión total de 1,7 millones de euros, se ocupará en exclusiva, por tanto, de la zona militar que ardió. Para ello, la empresa encargada de esta intervención, Tragsa -que depende de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi)-, ha contratado a 25 trabajadores procedentes de las localidades de Obejo, con 14 empleados, y Villaviciosa, con los otros 11. Desde la Subdelegación destacaron precisamente que para desarrollar el plan se haya optado por la contratación de vecinos de los municipios más cercanos, ya que "éste es uno de los objetivos que se persigue con el llamado Plan E".

La actuación cuenta asimismo con dos fases diferentes. La primera de ellas lleva consigo la preparación de la zona que será reforestada. A este respecto, desde la Subdelegación señalaron que esta primera parte, que comenzó el pasado mayo, incluye la limpieza, la poda, la recuperación de las especies que queden vivas -hay numerosas encinas que se encuentran en esta situación- y la trituración del material que vayan desechando. En cuanto a la segunda fase de la intervención, que se desarrollará a partir del próximo octubre, estas mismas fuentes precisaron que será entonces cuando se lleve a cabo la reposición de la masa forestal perdida en el incendio.

El proyecto contempla la plantación de 450 árboles en cada una de las 264 hectáreas de terreno en las que se incluyen. Esta dato supondrá una cifra total de 118.000 nuevos ejemplares en la zona, un 10% más de los que había antes de la irrupción de las llamas en el campo de maniobras de la brigada de Cerro Muriano. Las especies que se emplearán para la reforestación son el pino piñonero, el acebuche y la encina, que son árboles propios del monte mediterráneo.

Al margen de estos trabajos, el general de la base militar, Ricardo Álvarez-Espejo, que acudió junto a otros oficiales a la zona en la que se están realizando las labores de reforestación, aludió a una inversión de 385.000 euros por parte del Ministerio de Defensa para la prevención de incendios en la brigada. El general precisó que esta actuación se ha desarrollado a lo largo de 2009 y ha posibilitado la mejora de cortafuegos, el desarrollo de quemas controlados de rastrojos y el desbroce de los puntos que entrañaban algún tipo de peligro de fuego.

Son muy numerosos los esfuerzos de las administraciones públicas para evitar una situación como la que se produjo hace dos veranos. El incendio se originó por la explosión de un proyectil en el campo de tiro de Cerro Muriano y en apenas 24 horas ya se había extendido en 4.000 hectáreas de terreno.

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