Córdoba

Una visión educativa del Zoo

  • Las instalaciones municipales incorporan un reptilario donde se realizarán talleres, además de un nuevo espacio para tortugas mediterráneas y una cría de macaco

Uno de los aspectos fundamentales de un zoológico es su parte didáctica y educativa. Decenas de colegios visitan estas instalaciones durante el curso escolar, lo que se convierte en una herramienta perfecta para conseguir el aprendizaje a través de la experiencia. Con este objetivo de perseguir el fin pedagógico, el Zoo de Córdoba inauguró ayer el Reptilario, un espacio en el que conviven varias especies de reptiles, que se puede visitar y en el que también se celebrarán talleres para los niños. El concejal delegado de Patrimonio, Casco HIstórico y Naturaleza, Rafael Jaén, lo presentó ayer junto con otro nuevo habitáculo en el que se introdujeron un centenar de tortugas mediterráneas.

En el Reptilario se organizarán talleres para escolares con el objetivo de que respeten a animales como las serpientes. "Si se aprende sobre ellos, al final se les quiere", aseguró la asistente técnico del Área de Conservación del Zoológico, Pepa Ruiz. "Les haremos ver que no tienen por qué temer a las serpientes que pueden encontrar aquí en Córdoba, en el campo, porque la primera reacción es matarlas y no saben que estos reptiles cumplen una función en la naturaleza, que es controlar las plagas", explicó Ruiz. Todas las especies que se encuentran en el zoo no son venenosas y se puede ver desde la serpiente rey -que se conoce así porque se come a otros ejemplares y es inmune al veneno- hasta la serpiente toro, conocida con este nombre porque bufa mucho cuando se asusta. Otras variedades son la pitón regius, que se hace una bola cuando está en peligro, o el gecko leopardo, que toma la nomenclatura porque su piel se asemeja a la del felino.

En el caso de las tortugas el aspecto didáctico también va incluido en la visita. Son muchos los reptiles que se compran, sobre todo en verano, como animal de compañía y, cuando crecen, se opta por llevarlas al río. Las tortugas de Florida, la variedad que se tiene como animal de compañía, "han nacido para vivir en sociedad, por eso no se deberían tener en casa", apuntó Ruiz. El zoo contará con algo más de un centenar de estos reptiles, que formarán parte de planes de conservación y se intentará reintroducir en su hábitat natural, después de un tiempo de preparación.

Junto a estas novedades, Jaén también presentó ayer al nuevo habitante del zoológico, un macaco de Gibraltar que nació el pasado 15 de mayo, hijo de Antoñito y Yoko. La madre abrazaba ayer a su cría y el padre no se separaba de ellos, en un claro gesto de protección, cuando algunos de los curiosos se acercaron a observarlos. El clan de los macacos de Gibraltar lo completa Melindris -que ahora está celoso porque antes era el pequeño del grupo-, Lola, la más mayor, y Luna.

El delegado de Naturaleza destacó las nuevas adquisiciones de esta instalación y que las nuevas crías que están naciendo "están en perfecto estado", lo que demuestra el éxito de la conservación de las especies que se encuentran en el zoo, uno de los objetivos que marca la actividad en este espacio.

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