Córdoba

Aquel verano de 1985'Ya somos europeos', canción del verano en pugna con 'Qué será lo que tiene el negro'

Felipe González y Fernando Morán firman el Tratado de Adhesión de España a las Comunidades Europeas.

Felipe González y Fernando Morán firman el Tratado de Adhesión de España a las Comunidades Europeas. / efe

Y de pronto, un 12 de junio, los españoles podíamos gritar 'Ya somos europeos', lema que algunos repitieron durante muchos meses con orgullo patrio y otros parodiaban con desdén igualmente patrio. No llegó a título de Pajares y Esteso de milagro. Ese día, Felipe González y el ministro de Exteriores Fernando Morán firmaban el Tratado de Adhesión de España a la Unión Europea, bajo la satisfecha mirada del Rey Juan Carlos y con el patrocinio de Jacques Delors. El Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid sirvió de escenario a uno de los momentos realmente históricos de nuestro país, la verdadera admisión en el club de los países democráticos occidentales, del que España había estado tantas décadas expulsada.

Era un comienzo de verano optimista, como tienen que ser los veranos, con olas de calor y todo, casi el inicio de una época de creencia y de presencia internacional de España que habría de culminar en el dorado año 1992, al calor del dinero procedente de los fondos europeos, germen del fuerte europeísmo de nuestro país. Sin embargo, lo que triunfaba en las ondas como canción del verano era el de Georgie Dann, otro artista clásico de los estíos españoles. Alguien bromeó una vez: "Trabajas menos que Georgie Dann en invierno". En verano se hartaba, y ese año fue campeón indiscutible, aunque Bosé y su Amante bandido le plantaron cara.

El acercamiento a Europa también fue por otro lado, el social: a principios de julio el Gobierno socialista despenalizaba el aborto en tres supuestos, el terapéutico de grave riesgo para la salud de la mujer; el criminológico en caso de violación y el eugenésico en cambio de malformaciones del feto. La oposición fue sonora en muchos casos, pero la ley salió adelante y con ella uno de los más importantes cambios sociales para las mujeres españolas. Fue el año también en que se marchó del Gobierno Miguel Boyer, el antes llamado superministro de Economía, marcha que muchos atribuyeron más a razones personales que políticas. Su matrimonio con Isabel Preysler comenzó a llenar las páginas del corazón con un volumen mucho mayor que antes copaba las dedicadas a la política o la economía

La muerte de un torero volvió a ser noticia tras la de Paquirri el verano anterior. En este caso le tocó a finales de agosto a José Cubero El Yiyo, que curiosamente había compartido tarde con el diestro barbateño en Pozoblanco, lo que dio lugar a una leyenda sobre una supuesta maldición de ese cartel. Una mortal cornada en el corazón acabó con la vida de este matador de 21 años. Ya éramos europeos, pero en cuanto a tragedia seguíamos siendo profundamente españoles, de una manera casi telúrica.

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