Música

Las tonalidades andalusíes impregnan la noche cordobesa con el Festival de Piano Guadalquivir

  • La Sala Pepe Espaliú de Vimcorsa acoge el concierto 'La novia del Mar Rojo. Arabia, origen del perfume', un evento para presentar la fragancia del FIP 'Olores de Oriente'

Concierto del Festival de Piano Guadalquivir en el Museo Pepe Espaliú.

Concierto del Festival de Piano Guadalquivir en el Museo Pepe Espaliú.

Las tonalidades musicales andalusíes del grupo Veterum Musicae impregnaron la noche cordobesa desde la Sala Pepe Espaliú de Vimcorsa, en donde el público pudo disfrutar de un evento deliciosamente sensorial, el segundo concierto del Festival Internacional de Piano Guadalquivir, La novia del Mar Rojo. Arabia, origen del perfume, con el que se transportó a esos tiempos y a esos mundos de Arabia y Egipto.

La música se maridó con las esencias de la casa de perfumes Catriem, que por fin desveló el misterio de Olores de Oriente, la fragancia diseñada por la marca cordobesa para esta edición del FIP Guadalquivir e impregnada de sinestesia musical creada a partir de las tonalidades de cada pieza interpretada.

Así, la sala se fue llenando de las esencias de la Flor del Árbol de Seda, anís verde, madera de sándalo, rosa de Bulgaria, clavo, jengibre, vainilla, canela, ámbar y cacao, olores que fueron introduciendo cada pieza musical y que fueron conduciendo al público al destino final: Chambre, el perfume del FIP Guadalquivir.

Los componentes de Veterum Musicae hechizaron al público asistente con un peregrinaje que evocó los recuerdos sonoros de las composiciones de los trovadores occitanos y las nubas de los anónimos poetas andalusíes, atravesando enrevesadas piezas instrumentales del medievo más lúcido, melodías del Asia Central y los vigorosos y atávicos ritmos de la vieja Europa.

El exquisito programa Fragantes Ayres se compuso de piezas anónimas del siglo XIV –Istampitta In Pro, Istampitta Isabella e Istampitta Belicha & canción Andalusí- , composiciones tradicionales sefardíes (Ay mansevo) y hebreas (Ki esmerà Sabat) y de música andalusí –Nuba raml Al maya (Ya achequin), La Bassa Castiglia, Yemenite folk song, Samaí Higaz, Españoletas, Gavotte y Recercada Segunda sobre la Spagna-.

A petición del público, los músicos describieron los distintos instrumentos que utilizaron en un concierto perfumado en el que los asistentes se sintieron como aquellos peregrinos que tras las arduas jornadas se sentaban alrededor del fuego confundiendo las notas del laúd, el kanún, el pandero o la viola con los pasos en la tierra.

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