Igualdad

El teletrabajo solo es posible para el 22% de los empleados de Córdoba

  • Un estudio de la Delegación de Igualdad del Ayuntamiento insiste en que durante la pandemia se han observado "nulos o exiguos cambios" de la corresponsabilidad en el reparto de las tareas del hogar

Un hombre teletrabaja en casa.

Un hombre teletrabaja en casa. / El Día

El 78% de los trabajadores cordobeses no pueden teletrabajar. Así se destaca en un estudio realizado por la Delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Córdoba y dado a conocer por la edil del ramo, Isabel Albás. El estudio lleva por nombre Análisis de la corresponsabilidad familiar en el reparto de las tareas domésticas en el marco de la situación de pandemia en los hogares de Córdoba capital. El informe ha incidido sobre todo en los meses de confinamiento.

"De aquellos entrevistados o entrevistadas para el estudio que cuentan con un trabajo por cuenta ajena o autónomo, ocho de cada diez dice que su situación actual de empleo no le permite teletrabajar, el 78,02% de todas estas personas que están trabajando", ha relatado Albás. "Sobre la situación laboral de la pareja del entrevistado o la entrevistada, el 50,9% son trabajadores por cuenta ajena o autónomo y además ocho de cada diez su actual empleo no le permite teletrabajar, un 84,78%", ha añadido. "Con lo cual, tanto que se habla de teletrabajo, los datos luego te demuestran que no es tan sencillo en una ciudad como la nuestra que muchas personas puedan teletrabajar", ha tesaltado.

En el estudio también se pone de manifiesto que, a nivel general, se han observado nulos o exiguos cambios de la corresponsabilidad en el reparto de las tareas en los hogares de Córdoba capital, siendo en el mismo sentido la percepción de los propios entrevistados a nivel individual.

"El teletrabajo ha sido una de las consecuencias que ha traído la actual situación de excepcionalidad, escenario que se entendía inicialmente podría conllevar un posible cambio en el reparto de tareas del hogar, pero la escasa representación entre quienes cuentan con empleos que permite dicha opción laboral, -tal vez por las propias características del tejido económico y empresarial existente en nuestra capital- no permite observar si dicha situación ha llevado o puede conllevar en el futuro cambios suficientes en el reparto de las tareas del hogar. En la actual situación se puede concluir que no ha habido cambios significativos", sentencia el informe de igualdad.

El estudio incide asimismo en que si bien se ha realizado un extenso análisis por grupos de estrato sociodemográfico en el documento, cabría resumir que en el grupo donde los dos miembros de la pareja trabajan destacan como compartidas las tareas de limpiar la casa, la compra de la alimentación y cocinar para la cenar, y con respecto al grupo sociológico de personas sin estudios universitarios destacan las tareas de planchar la ropa, lavar la ropa y cocinar para el almuerzo como actividades cuya responsabilidad recae del lado de la mujer.

Por otro lado, con relación a otras actividades como el ocio con los hijos, el cuidado general de los hijos en aspectos como la alimentación, la higiene, la salud, destacan como actividades compartidas entre el grupo donde ambos miembros de la pareja trabajan, y el arreglo de pequeñas reparaciones en el hogar como actividad cuya responsabilidad corresponde mayormente al hombre.

A nivel de computo general se reconoce que la actividad de tirar la basura corresponde mayoritariamente al hombre y la compra de ropa para los hijos corresponde como una responsabilidad eminentemente de la mujer, así como las tareas escolares de los hijos como una actividad que se comparte mayormente sobre todo en el grupo de personas con estudios universitarios o equivalentes.

Finalmente, en el caso de haber aprovechado en el tiempo de confinamiento para realizar limpieza en profundidad u ordenar espacios en el hogar, dicha responsabilidad a nivel general ha recaído predominantemente en la mujer, sobre todo en el grupo donde ambos miembros de la pareja trabajan.

"La percepción de cambio en la corresponsabilidad en las tareas del hogar por los propios entrevistados es baja para el caso de las personas con estudios universitarios o equivalentes  o muy baja para todos los demás grupos, especialmente para las mujeres donde ambos trabajan", relata el estudio.

"Tenemos que llevar a cabo políticas que puedan mejorar los datos que no son positivos; eso se hace a través de la educación. Es fundamental que los niños desde pequeños estén educados en igualdad y en corresponsabilidad en cuanto a las tareas del hogar", ha destacado Albás. "Se trata, por ejemplo, de que un niño o una niña ven como normal que un hombre planche o que una mujer baje la basura", ha insistido. "hay que repartir las tareas, se ha avanzado de unos años a estar parte mucho, pero creo que tenemosw un camino aún por recorrer", ha añadido.

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