Tras dos cursos de confinamiento y pandemia, la paulatina vuelta a esa normalidad que en las aulas -y en la vida en general- se perdió al paso por la primera quincena de marzo de 2020 ha permitido retomar proyectos como La solidaridad tarea de todas y todos, que en ese tiempo tuvo que adaptarse al formato online, dejando atrás una de sus señas de identidad: su forma de hacer educación.

Y eso que el programa fue recuperando la presencialidad de manera paulatina en el curso 2020-21, que arrancó con miedos e incertidumbres. Así, en un primer momento se realizaron talleres online, lo que puso de manifiesto las limitaciones tecnológicas con las que cuentan todavía algunos centros, al margen de que esta modalidad no permitía trabajar en grupos, compartir materiales o dialogar cara a cara, lo que puso en jaque la propuesta metodológica de La solidaridad tarea de todas y todos, que fue poco a poco recobrando su espíritu cuando el proyecto empezó a combinar la presencialidad con la virtualidad.

Pero no fue hasta el pasado septiembre, con el inicio del curso escolar que ahora termina, cuando el escenario pasó a ser mucho más amable. Porque este ejercicio ha permitido retomar la total presencialidad en los 310 talleres realizados en 27 centros educativos de la ciudad (con cinco o seis sesiones por taller), que bien podían haber sido más por el aumento considerable de la demanda, con 450 solicitudes.

Las 14 entidades sociales que forman parte de La solidaridad tarea de todas y todos entienden la educación en valores de paz y solidaridad como un proceso donde importa qué se intenta transmitir, pero también, cómo se hace: cómo se está en el aula, cómo se interactúa con el alumnado, cómo se hace partícipe del taller al profesorado del taller y cómo se aborda el aprendizaje desde una perspectiva integral.

Estos colectivos mantendrán este miércoles su encuentro anual que servirá también de evaluación del curso con detenimiento. Un espacio para reflexionar, buscar y proponer las mejoras necesarias para que el próximo ejercicio el programa pueda regresar a los centros, tal y como viene haciendo desde 1999 gracias a la financiación del Ayuntamiento de Córdoba, a través de la Delegación de Cooperación y Solidaridad.

La solidaridad tarea de todas y todos es un programa de educación en valores de paz y solidaridad, dirigido a todos los centros sostenidos con fondos públicos de la ciudad que imparten Secundaria, Bachillerato y/o Ciclos Formativos, que pone al servicio de la comunidad educativa -tanto docentes como alumnado- contenidos y herramientas para profundizar en un análisis crítico y transformador de la realidad. Su objetivo general es promover una cultura de paz entendida como un conjunto de valores, actitudes y  comportamientos que nos sitúen ante la realidad que nos rodea de forma responsable, crítica y solidaria, trabajando desde y con la comunidad educativa la asunción de compromisos concretos orientados a la consecución de un mundo más justo.