Roscón de Reyes

Una mañana de narices de nata

  • Los roscones de Reyes clásicos de nata y crema siguen siendo los preferidos por los cordobeses

Una mujer desayuna roscón de Reyes.

Una mujer desayuna roscón de Reyes. / Laura Martín

El día festivo del 6 de enero no solo empezó entre regalos. Las familias cordobesas, una vez más, atendieron a la tradición de amanecer comiendo roscón de Reyes. Así, desde muy temprano este lunes y con las manos un poco congeladas, muchos salieron en busca del mejor roscón de la ciudad para desayunar.

En la pastelería Roldán de la Ronda de los Tejares salían muchas personas con enormes cajas cuadradas desde muy temprano, aunque el frío no dejó a muchos disfrutar de la terraza y otros prefirieron llevarlos a casa para compartirlos con los más pequeños, que solo querían salir si era a jugar con sus regalos.

Roscones en la pastelería Roldán. Roscones en la pastelería Roldán.

Roscones en la pastelería Roldán. / Laura Martín.

Los más vendidos siguen siendo los tradicionales rellenos de nata, que es el rey de las ventas, o los de crema y merengue, el segundo más vendido. Sin embargo, cada vez hay más variedad y opciones: roscones sin lactosa, algunos sin rellenos y tendencias más modernas, como roscones de trufas, que suelen pedir por encargo, o hasta de Nutella, un sabor que lucha por calar, sobre todo en el paladar de los más jóvenes.

Para la Navidad de este año, Roldán comenzó a ofrecer una rosca, muy parecida al roscón en aspecto aunque hecha de una masa totalmente diferente, salada y rellena con una crema de mariscos. Una novedad que fue bien acogida por los cordobeses más arriesgados. Por ello, los empleados de Roldán ya habían perdido la cuenta de cuántos roscones se habían vendido, aunque aseguraron que el día fuerte fue el domingo 5, justo antes de la Cabalgata de Sus Majestades, cuando miles de cordobeses esperaban el paso de los Reyes por el centro y aprovecharon el día para comer una porción del dulce; y justo después, cuando los nervios de los más pequeños habían pasado y el trabajo para los camareros se multiplicó.

Aunque desde la semana pasada algunas cadenas de supermercados ya los ofrecían a 2x1, todavía con algo de frío, alguna que otra pareja de jóvenes prefirió salir de casa y desayunar con dos pedazos de roscón fresco y café, una tradición que han mantenido a través del tiempo cada 6 de enero. Así, con el sabor más dulce del año, acaba un fin de semana mágico entre narices de nata, que no se verán de nuevo hasta el próximo día de Reyes.

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