juan josé primo jurado. subdelegado del gobierno en córdoba

"La revisión del callejero es un gran error histórico y político"

  • Asegura que el Estado acometerá las estaciones que quedan del Cercanías

  • Defiende las relaciones con el cogobierno en el plano institucional, pero cree que está muy "ideologizado"

El subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, antes de la entrevista concedida a 'el Día'.

El subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, antes de la entrevista concedida a 'el Día'. / reportaje gráfico: jordi vidal

Lleva seis años como representante del Gobierno central en Córdoba pero asegura que este puesto es "temporal" y después volverá a su papel de profesor o historiador, que también concibe como de "servicio público". Juan José Primo Jurado (Córdoba, 1961) habla sobre su cargo, su papel como escritor, su visión de la política local y la ciudad y los proyectos pendientes que hay en Córdoba, que no son pocos.

-La administración más cercana siempre es el Ayuntamiento, ¿cuesta trasladar las funciones del Gobierno central en Córdoba?

-Me he pateado la capital y la provincia para hacerlo. El Gobierno central sigue teniendo muchas competencias: la Seguridad Social, las prestaciones por desempleo, pensiones, Guardia Civil, Policía Nacional, el aeropuerto, carreteras, Hacienda... Para mí ha sido una experiencia magnífica conocer a los funcionarios. Mi misión es servir de enlace y poner en valor lo que esta administración hace en Córdoba y para eso es necesario aplicar el sentido común y tener sentido de servicio. Conocer los problemas, sentirlos como propios y, en la medida de las posibilidades, intentar arreglarlos y nunca engañar.

-¿Cuál ha sido el peor momento?

-Cuando se descubrió que los huesos eran de los pequeños Ruth y José.

-¿Y el más gratificante?

-Cada día. Me gusta este trabajo y cada día que termina es gratificante. Y, cuando a veces acertamos, es muy satisfactorio.

-Antes de llegar al cargo fue concejal en el Ayuntamiento de Córdoba, ¿volvería a la política del cuerpo a cuerpo?

-Fueron seis meses de delegado de Patrimonio y Casco Histórico del Ayuntamiento con José Antonio Nieto como alcalde. Me gustó esa etapa y me di cuenta de la enorme dificultad que supone ejercer el gobierno local en Córdoba. Es muy, muy complicado. Es muy bonito, por la cercanía que supone ser un concejal, pero es muy complejo y muy complicado. Sobre todo topas con los planteamientos urbanísticos, una cuestión que Córdoba tiene pendiente; tiene que adaptarse la ley a la persona y no tanto la persona a la ley.

-Ahora se habla mucho de los usos del caso histórico, las fiestas, el turismo... ¿cómo lo ve?

-Yo vivo en el casco histórico y creo que Córdoba tiene una suerte inmensa con él, porque es el segundo más grande de Europa y, además, está habitado. Tenemos que procurar por que siga siendo así. Los políticos que tengan competencias en temas de casco histórico, que son sobre todo la administración local y autonómica, deben facilitar a los vecinos tanto su acceso como los arreglos de la vivienda. Hay que dar facilidades porque si no podemos acabar teniendo un casco deshabitado, sólo un decorado, y eso no nos sirve para nada.

-Hay quien dice que ese despoblamiento ya se está dando.

-Hay unas dificultades grandes para acceder con el coche y muchas trabas urbanísticas para hacer obras. Es evidente que se está despoblando y debemos tener mucho cuidado porque el mayor atractivo de Córdoba es que su casco está vivo. No podemos tener una zona llena de negocios que a las ocho de la tarde se cierre. Me gusta mucho la vida en la zona de la Ribera y que vayan los cordobeses allí, que no sólo sea zona de turistas, pero para eso es absolutamente necesario que se creen aparcamientos al otro lado del río, donde se iba a hacer ese mamotreto del Palacio del Sur.

-¿En el solar del Palacio del Sur?

-Sí, sí. Puesto que ya no es necesario como palacio de congresos, allí habría que proyectar un gran aparcamiento.

-El otro lado del río sigue siendo la asignatura pendiente...

-Durante muchos años y casi siglos el río fue la asignatura pendiente. Ahora la orilla derecha está recuperada y el siguiente paso será la orilla izquierda, toda esa zona de Miraflores. Córdoba tiene esa bendición del río y tenemos que recuperar las dos orillas y mantener un río limpio. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir está haciendo sus deberes, ya se han hecho tres intervenciones desde que yo soy subdelegado del Gobierno, pero habrá que seguir haciéndolas.

-Hace ya años que no es concejal pero, ¿cómo ve la política local?

-Me va a permitir que diversifique mi respuesta en dos aspectos. Como subdelegado del Gobierno tengo unas relaciones muy cordiales con el cogobierno. Así se ha demostrado en temas puntuales como la seguridad en Semana Santa con el cambio de carrera oficial, en el que no ha habido problema ninguno, y hemos tenido un entendimiento absoluto y muy buena interlocución. Las relaciones son cordiales y con un sentido de servicio a la ciudadanía. Ahora, como Juan José, ciudadano cordobés, tengo que decir que hay algunas cosas que no me gustan, en algunos aspectos es un cogobierno ideologizado, más que de servicio al ciudadano.

-¿La revisión del callejero es un ejemplo de eso?

-Ahí es que me sale la vena de historiador y creo que es un gran error histórico y político. La reconciliación entre las dos españas que nos dimos en 1978 no sirve de nada si ahora, 80 años después de aquel conflicto civil, vamos a reivindicar la memoria de unos y condenar a la memoria de otros simplemente por el bando en el que lucharon. Si tienen delitos de sangre pues, por supuesto, no pueden quedar impunes y no se puede honrar. La reconciliación del 78 de las dos españas es lo que se está poniendo en cuestión con estas cosas. Por supuesto la exhumación de las fosas es un derecho de todos y en eso no hay polémica posible.

-¿El límite estaría en los delitos de sangre? Porque usted escribió que José Cruz Conde coordinó el golpe militar en Córdoba.

-Fue una España en la que se tomó partido, unos por un bando y otros por otro. Fue una lucha entre españoles y siempre que no haya habido delitos de sangre de por medio... Y el caso de José Cruz Conde, efectivamente participó en la conspiración pero no estuvo vinculado a ningún delito de sangre. Él pasó los tres años de guerra asilado en una embajada en Madrid. Él no participó en ningún acto, más allá de conspirar como todo el mundo en aquella España loca y enfrentada.

-¿Cuándo vamos a ver circular el Metrotrén o Cercanías?

-Es una cuestión de meses, de muy pocos meses, que empecemos a ver funcionar este Metrotrén o Cercanías que va a cambiar la ciudad de manera muy positiva.

-¿El Gobierno acometerá las paradas que faltan en el Parque Joyero y en Levante?

-Ese es el compromiso del Gobierno y hasta ahora no ha fallado en todo lo relativo al Metrotrén.

-¿Llegará ese servicio ferroviario a toda la provincia?

-Es una petición lógica, porque el trazado ferroviario está hecho entre Villa del Río y Palma del Río, pero yo siempre he dicho que primero vamos a sacar este Metrotrén de la ciudad y luego miraremos la petición de la provincia.

-El aeropuerto ya puede acoger vuelos comerciales pero no tenemos ni un plan de marketing.

-Son cerca de 90 millones los que distintos gobiernos han invertido. Ya el aeropuerto es operativo, el sistema AFIS se va a instalar y ahora llega el momento de que haya líneas comerciales que estén interesadas en venir a Córdoba. Es un tema que entra ya mucho en aspectos comerciales, privados, empresariales. Creo que las administraciones públicas deben ir de la mano en todas las gestiones que hay que hacer para hacer atractivo venir a Córdoba. El Gobierno central no puede obligar a las aerolíneas a venir a Córdoba, su obligación es tener la infraestructura a punto y eso está.

-Pero es competencia de AENA, que depende del Gobierno, elaborar un plan de marketing.

-Sí, pero hay que tratarlo en el comité director con más administraciones. Eso se va a hacer, pero luego hay que hacer un trabajo callado, discreto, para atraer a las líneas comerciales y eso es más propio de las administraciones más cercanas al turismo como es la local y la autonómica.

-¿Es Córdoba una ciudad segura?

-Objetivamente y subjetivamente. Los datos así lo dicen, Córdoba es una de las ciudades más seguras de España y yo me alegro porque, una cuidad que vive del turismo lo que quiere ante todo es seguridad. Esto es mérito de los grandes profesionales de la seguridad que trabajan en Córdoba. Y subjetivamente también lo es, la gente se siente segura. Eso no quita que haya robos y otros delitos, pero hace 20 años la sensación de inseguridad que había en el casco ya no pasa. También es cierto que el casco, con todos lo negocios que se han implantado, tiene vida. No es lo mismo calles desiertas que calles con vida, por eso es fundamental que el caso siga habitado.

-¿Está Córdoba más en el punto de mira del terrorismo yihadista que otras ciudades?

-Es cierto que en la verborrea yihadista continuamente aparece Al-Ándalus y Córdoba, para ellos es una reivindicación. Pero más allá de esa verborrea no hay ningún dato que asigne a Córdoba un peligro mayor que el que pueda asignar a Sevilla, Madrid o cualquier ciudad del mundo libre que es objetivo de atentado islamista. Para eso estamos tomando las prevenciones necesarias. No estamos más expuestos que otras ciudades, pero no hay que olvidar que todos estamos expuestos.

-¿La lucha contra el terrorismo es el gran reto de la seguridad en la sociedad actual?

-Sí. España lleva muchos años soportando el zarpazo del terrorismo. Primero fue el de ETA y ahora nos surge este otro tipo de terrorismo contra el que es mucho más difícil luchar. Evidentemente la primera lucha está en la prevención, información, prevención y todos los cuerpos de seguridad están en ello.

-Ya tenemos un acuerdo para la construcción de las comisarías pero la Policía sigue teniendo demandas como el incremento de plantilla o la equiparación salarial.

-Son reivindicaciones justas y lógicas aunque tengo que decir que no es Córdoba la provincia que tiene peor plantilla de policía y guardia civil. No es una excusa, pero hemos pasado años muy malos en los que no se reponían plazas. Ahora sí se está reponiendo el 100% y, a medida que la situación económica vaya a mejor, se volverá a incrementar y se cubrirán las plazas vacantes que quedan en las plantillas. En cuanto a la equiparación, yo no puedo decir más que es justa y lógica. Espero que el Gobierno encuentre pronto fórmulas para dar satisfacción a esta demanda.

-¿Podrá llegar ese incremento de la tasa de reposición a los ayuntamientos?

-Lo que ha tenido que hacer el Estado es controlar para que no se disparase el número de personal y volviéramos a incurrir en un déficit inasumible. Hace poco el Ayuntamiento colocó como servicios esenciales a más de 400 funcionarios a contratar y hasta los tribunales lo echaron para atrás. Ahora que la crisis económica ha pasado y se está generando empleo, también los ayuntamientos podrán ir ampliando sus plantillas, empezando por la Policía Local

-En materia cultural el Estado tiene algunas cuentas pendientes como la Biblioteca o el Museo Arqueológico

-La Biblioteca es una gran obra, va a ser emblemática y va a tener una gran demanda de usuarios. Las obras están paralizadas porque hubo que hacer un proyecto de eficiencia energética y ese proyecto superaba el 10% de incremento de presupuesto permitido y ha habido que hacer un nueva licitación. En el 2019 espero que esté entregada ya a la Junta de Andalucía, ya se ha incrementado el presupuesto asignado y no depende de los presupuestos. En cuanto al Arqueológico, recientemente se ha aprobado la reforma y restauración de la fachada principal y ya se va a acometer.

-¿Volverá a ser Córdoba la provincia española con menos inversión por parte del Gobierno central?

-Ojalá no. En la medida de mis posibilidades traslado las peticiones de Córdoba al Gobierno. Bien es cierto, aunque no puede servir de excusa, que muchas infraestructuras están hechas en Córdoba. Tenemos aeropuerto, AVE, autovías. Lo que hay que procurar es que los millones que lleguen vayan donde sea necesario. Si no es para infraestructuras, sí para el desarrollo económico y social.

-O se pueden idear nuevos proyectos...

-Sí, por supuesto. El Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones (CEFC) va a ser muy importante, al igual que el Metrotrén. Estos proyectos tienen que ayudar a Córdoba a crecer. Y desde luego el gran reto es también el aeropuerto.

-¿Estará en esos presupuestos la salida de la A-4?

-Lo primero que siempre hago en este asunto es pedir disculpas a los usuarios. Todos los cordobeses hemos sufrido las retenciones. Es una obra que se proyectó hace diez años, no había ese volumen de tráfico y no se tuvo en cuenta. En este 2018 se va a iniciar la obra y tendrá seis meses de ejecución.

-También tiene una faceta literaria, la gran parte de su obra está dedicada a Córdoba. Ha debido pasear mucho por sus calles para describirla tan detallada.

-Córdoba la llevo en el corazón y en mis pies. Amo profundamente Córdoba, una ciudad que es más para amarla que para entenderla. Camilo José Cela decía que es una ciudad compleja y milenaria que se te revela como la fe. No trates de entenderla. Yo amo profundamente Córdoba, que va a seguir siendo referente de mi obra literaria.

-Ha escrito sobre sus iglesias, paisajes, calles, personajes e incluso el senequismo cordobés. ¿Le queda algo por contar de la ciudad?

-Me gustaría escribir algún día ese libro en el que Córdoba volviese a estar en el lugar que le corresponde por patrimonio, por historia, por naturaleza. Si no volvemos a ser la capital de España como lo hemos sido muchas veces, sí que volvamos a estar entre las mejores en empleo, en esplendor. Ese es libro que me gustaría escribir y, bueno, en la medida de mis posibilidades procuro llegar a ese destino, aunque es algo de todos los cordobeses; tenemos que ayudar a escribir ese libro.

-¿Sería un libro de ficción?

-(Ríe). Creo que si los cordobeses dejamos de ser indiferentes y nos unimos en temas de ciudad, dejamos de ser la ciudad de las polémicas y empezamos a preocuparnos por nuestra ciudad, no debería de ser tan ficción.

-Ya en serio, ¿se atrevería alguna vez con el género de ficción?

-Sí. Una novela histórica no me importaría escribirla, pero me da miedo. Me siento más a gusto en la faceta de historiador, pero haciendo una historia viva, cercana. El reto de la ficción no me importaría algún día. Quizá una novela histórica ambientada en la época romana me gustaría.

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