El comienzo del curso académico puede llegar a ser una odisea para muchos estudiantes, sobre todo para los universitarios de primer año que tienen que cambiar su casa por un piso compartido con otros alumnos que se encuentran en su misma situación. Ya sea a través de carteles, internet o una inmobiliaria, todos los recién llegados a la ciudad buscan lo mismo, un piso en alquiler que se ajuste a sus necesidades, que tengan un buen ambiente y, sobre todo, un precio asequible. Todos estos detalles son muy importantes para los estudiantes, que muchas veces llegan a convertir sus pisos en una especie de segundo hogar en el que conviven con sus compañeros durante todo el curso académico y en los que, normalmente, permanecen mientras realizan sus estudios.

Ciudad Jardín y el Parque de Cruz Conde son zonas ya conocidas por los alumnos de la Universidad de Córdoba (UCO) dada su cercanía con la estación de trenes y autobuses y con la Facultad de Medicina y el centro de Enfermería, y, por tanto, los más demandados cada curso académico por su ubicación. Dos barrios de la capital que desde hace años acogen a la mayoría de estudiantes que llegan a Córdoba y donde la oferta de pisos para alquilar es muy variada. Los precios oscilan entre los 400 y los 600 euros dependiendo del número de habitaciones de las que disponga el piso y las comodidades con las que cuente; así, el hecho de que el bloque disponga de ascensor o el aire acondicionado son ya dos aspectos que los estudiantes tienen en cuenta a la hora de buscar piso.

Daniel Aguilar es uno de ellos. Este año es ya el séptimo que reside en Córdoba, donde está realizando la tesis doctoral tras terminar la carrera de Veterinaria y donde comparte piso con tres compañeros de distintos municipios de la provincia cordobesa. Entre los cuatro pagan un alquiler de 525 euros por un piso ubicado en Camino Viejo de Almodóvar, un precio que ha aumentado con respecto al primer año que vivió en él, pero que merece la pena porque "en relación calidad-precio es el mejor que he visto, y además el casero se ha portado muy bien", asegura. Aguilar apunta también que para él lo más importante era "que el piso no fuese muy viejo, el precio y que estuviera bien", ya que, añade, vio más pisos por la misma zona que eran más antiguos y caros y que no se amoldaban a sus necesidades.

Aunque Ciudad Jardín es tradicionalmente una zona de estudiantes con pisos bastante económicos, en este barrio de la capital también se pueden encontrar algunos con precios más elevados y que cuentan con más comodidades. Es el caso de la vivienda de José Antonio Ales, un jiennense que estudia Magisterio de Educación Primaria y que comparte un piso de cuatro habitaciones ubicado cerca de la plaza de Costa del Sol. En concreto, cada compañero paga 200 euros al mes, "que con los gastos de bombona, luz e internet puede subir 30 o 40 euros más", explica. Según Ales, "no me importaba andar más para ir a la facultad, pero quería que estuviera cerca de Renfe para ir a casa y por donde viven los estudiante; por eso elegí Ciudad Jardín". Además, este estudiante de 20 años explica que sus padres corren con los gastos de su vida universitaria en Córdoba. Eso sí, destaca que toca en una banda y "con ese dinero tengo para mis gastos de ropa o salir", y añade que a pesar de que sus padres querían que viviese en una residencia de estudiantes, "yo quería la autonomía que te da un piso".

Para facilitar el alquiler de un piso, muchos arrendadores optan por hacerlo con habitaciones individuales en lugar de alquilar la vivienda entera, tal y como ocurre en el piso de Inmaculada Piorno. Éste se compone de tres cuartos de 160 euros y uno de 180, ya que este último cuenta con cama de matrimonio y, por eso, los propietarios elevan el coste en 20 euros. Piorno, que estudia la titulación de Medicina en la Universidad de Córdoba, vive con compañeros de distintas nacionalidades. La joven asegura que lo más importante para ella es, además del precio, "que el piso esté completo en cuanto a electrodomésticos y menaje de cocina y que sea un sitio limpio". Esta onubense considera también que es una "vergüenza lo que la gente llega a alquilar, pisos muy viejos o que no tienen nada".

La llegada de estudiantes universitarios en el mes de septiembre se ha convertido ya en una auténtica tradición en la ciudad. Estudiantes de la provincia, andaluces, del resto de España e, incluso, del extranjero, todos ellos muy diferentes pero a la vez muy parecidos, ya que todos llegan a vivir la experiencia de mudarse fuera de casa durante sus años de carrera y convertir a Córdoba en una ciudad universitaria por excelencia. Este curso, por ejemplo, son más de 17.000 los universitarios que acuden a los centros de la institución académica.