Córdoba

La quema de contenedores ha costado al Ayuntamiento 627.000 euros desde 2016

  • Cada uno de los depósitos con los que se han sustituido los incendiados por actos vandálicos cuesta 1.000 euros, incluidos los trabajos de retirada del siniestrado y colocación del nuevo

El vandalismo suma y sigue. A las 04:20 de ayer, los bomberos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) acabaron con las llamas de un contenedor de la empresa pública Saneamientos de Córdoba (Sadeco) en la calle Motril -en el Sector Sur-. Al cierre de esta edición, este era el último acto vandálico de estas características que sufría la ciudad. Con el de la calle Motril son ya 146 los depósitos de basura que han sido pasto de las llamas en lo que llevamos de año -una cifra similar a la registrada entre enero de 2017 y el 10 de agosto del mismo año-. Fuentes de Sadeco puntualizaron ayer que reponer un contenedor supone 1.000 euros. "El contenedor nuevo que se repone cuesta 795 euros, cantidad a la que hay que sumar la derivada de los trabajos de retirada del contenedor quemado y la colocación del nuevo; todo ello asciende a 1.000 euros", informaron las fuentes de Sadeco.

Eso significa que sólo en lo que va de año a la empresa municipal y, por ende, al Ayuntamiento ya le han costado estos actos vandálicos 146.000 euros. Si se tiene en cuenta que en 2017 ardieron 293 de estos depósitos y 188, en 2016, en tan sólo algo más de dos años y medio ese coste a las arcas públicas por este tipo de siniestros provocados ha alcanzado los 627.000 euros.

El último contenedor siniestrado ardió en la madrugada de ayer en la calle Motril

El teniente de alcalde de Seguridad, Emilio Aumente, ya anunció que la Policía Local y la Policía Nacional habían diseñado un dispositivo especial para lograr detener al autor o los autores de esta quema de contenedores, quema que en alguna ocasión ha afectado a vehículos aparcados junto a los mismos e incluso a arboleda. Efectivos policiales de paisano y coches patrulla peinan las zonas en las que suelen actuar los pirómanos -desde el Ayuntamiento creen que se trata de un grupo de dos o tres- esperando el más mínimo fallo de los mismos para capturarlos. Dentro de ese operativo, los agentes también analizan imágenes de varias cámaras de seguridad ubicadas en las diferentes zonas siniestradas y recaban testimonios de vecinos de las mismas.

De momento, por este tipo de hechos tan sólo se ha detenido a una persona en un par de ocasiones, según confirmó el propio Aumente. Esas detenciones se produjeron el año pasado. Se trataba de una persona que vivía en la calle. No obstante, tal y como confirmó, los agentes policiales le siguen la pista a este pequeño grupo de pirómanos "que actúa en zonas muy concretas y escondidas de la ciudad, zonas que tenemos localizadas, donde buscan que sea difícil que se les vea", insistió el teniente de alcalde de Seguridad.

Respecto a las zonas de la ciudad en las que los pirómanos suelen actuar, sin ir más lejos, el pasado mes de abril -el de más siniestros de este tipo en lo que va de año, con 30- destrozaron contenedores en Arroyo del Moro, Parque Figueroa, Acera del Río, Fuensanta y Colonia de la Paz, viéndose afectados también casi una decena de vehículos por las llamas. Otras zonas donde suelen actuar es en Las Moreras y en el Distrito Sur.

El pasado día 7, Aumente pidió la colaboración ciudadana para localizar a esos presuntos autores de quemas de contenedores y algunos coches en distintos puntos de la ciudad durante los últimos meses. El edil explicó que "desde hace tiempo que empezaron hay unos servicios conjuntos con Policía Nacional y se intenta" localizar a los presuntos autores. Y lamentó que "la barbarie y la malicia intervienen para ver cómo se hace el mayor daño posible dentro de una situación". Además, indicó que "van buscando alternativas" a la hora de incendiar, de manera que "no solo es una zona". Ante ello, reclamó "la colaboración ciudadana en cualquier elemento que sea indicativo, como unos datos de coche o matrícula". Y destacó que "lo ideal es que se comunique a la sala de Policía Local o Nacional para detener a los desaprensivos que realizan un daño, no solo material, sino que también puede ser perimetral de donde sale incendiado un contenedor o vehículo".

"La quema de contenedores supone un riesgo para los vecinos de la zona afectada, pues las llamas pueden llegar a dañar las fachadas de viviendas, locales y coches aparcados cerca", sentenciaron fuentes de Sadeco al respecto. "Las inhalaciones tóxicas que pueden sufrir viandantes, vecinos y trabajadores de comercios y establecimientos que puedan estar cercanos al siniestro suponen también un problema, ya que aún después de extinguido el fuego, los gases que se liberan tras la quema de los materiales del contenedor y de los restos que alberguen, ya sean orgánicos o envases, pueden ser altamente perjudiciales para la salud", añadieron las fuentes de Sadeco.

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