Córdoba

La primera cita con el vino

  • La Cata Montilla-Moriles arranca con una noche temática dedicada al flamenco y con la previsión de superar las 85.000 visitas que se registraron en la edición del año pasado

Ya lo dice la expresión popular: ¡viva el vino! Pues en Córdoba, viva el de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, un marco regulador que ayer abrió las puertas de su más que consolidada Cata anual. Una cita que este año cuenta con más de una treintena de bodegas y una decena de restaurantes dispuestos a ofrecer lo mejor de cada casa hasta el próximo domingo en la explanada junto al Palacio de la Merced.

Y aunque dirigentes de las instituciones públicas ya dieron el martes por la noche el pistoletazo de salida de la cata -de manera oficial-, ayer fue el turno de cortar la consabida cinta inaugural, un acto al que no quiso faltar ningún representante público para mostrar de nuevo su apoyo a esta fiesta que preludia mayo en Córdoba. Entre ellos, el presidente de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, Javier Martín, quien aseguró que para esta 35 edición de la Cata han recibido solicitudes desde América, Europa y "casi todos los lugares del mundo". A su juicio, "hemos conseguido hacer una fiesta que trasciende nuestras fronteras".

De momento, lo que sí que ha trascendido es que esta nueva edición contará con miles de asistentes -el año pasado se contabilizaron 85.000 y se esperan superar-, a tenor de la venta de entradas por internet, que ya están agotadas para hoy y el viernes. Buena prueba de ello, es que antes de las 13:00 de ayer ya había más de un centenar de personas esperando a que los políticos cortaran la cinta con las banderas de Andalucía y España. Y tras cortas la cinta más de una vez -por aquello de dar participación a todos-, comenzó el rosario de intervenciones institucionales. Además de la citada de Javier Martín, quien no se olvidó de recordar que este año la Cata rinde homenaje al 50 aniversario de la creación de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos (Etsiam) de la Universidad de Córdoba y señalar algunas de las novedades, como las noches temáticas propuestas a lo largo de estos días; la de ayer, por cierto, estuvo dedicada al flamenco. Así, también intervino el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, quien señaló que con la cita vitivinícola "arrancamos la primavera en Córdoba de la mejor manera para nuestros paladares". "Es una cita con un peso muy importante en el calendario social, cultural y gastronómico de Córdoba y toda su provincia porque nuestros vinos Montilla- Moriles son mucho más que un producto de excelencia, porque con ellos, promocionamos la cultura, la naturaleza y la gastronomía de toda la provincia", señaló. En el turno de declaraciones tampoco faltó la edil de Promoción de la ciudad, Carmen González, quien hizo un llamamiento a la participación en la Cata, mientras que la delegada del Gobierno, Esther Ruiz, indicó que el del vino es "un motor de desarrollo al que hay que mimar". El subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, por su parte, aludió a la conexión entre la tradición bodeguera, la Etsiam y el sector de la investigación por parte de la Universidad.

Y mientras que todos los dirigentes institucionales fueron paseando por la gran parte de expositores de las bodegas del marco copa en mano, el público comenzó a llenar este espacio que pertenece a la Diputación en el que el buen vino y la mejor cocina de Córdoba harán las delicias de cada uno de los asistentes. Entre ellos, los que prefieren evitar bulla del fin de semana. Entre ellos, Julio Ibarra y José Casado, dos cordobeses de los que procuran tomarse al mediodía un medio de vino siempre que pueden. "Yo no me acuerdo desde hace cuando venimos, pero no faltamos ningún año", apuntó Casado, quien confesó que es un amante de los caldos cordobeses, pero lamentó que no es fácil encontrarlos cuando "vamos de viaje fuera de aquí".

Y mientras ambos saboreaban su primera copa de vino en la cata, en el expositor de Bodegas Luque, su responsable, Rafael Luque, daba los últimos retoques. "La Cata es un sitio de reunión, de amigos, donde poder charlar y al antesala del mes de mayo", anotó. Luque también señaló que hay que acudir a la cita y que "merece la pena venir; si quieres estar en el mercado, tienes que estar presente". Entre sus cálculos, confía en conseguir las ventas del año pasado, cuando desde su espacio se despacharon 1.200 botellas.

Bodegas San Acacio, por su parte, se encuentra ubicadas en Montemayor y su gerente es Ana Sánchez, quien anotó que llevan tres lustros participando en la cata. "Se venden todos los tipos de vinos, pero sobre todo, el fino y el de tinaja", expuso.

Con todo ello, la cata continuará hasta el próximo domingo en horario de 13:00 a 17:00 y de 21:00 a 01:00. Una de las novedades es que todas las noches tendrán un tema. La de hoy es la universitaria, la de mañana está reservada para los años 80, mientras la del sábado estará dedicada a la gastronomía.

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