Alto Guadiato

El pélet se convierte en el nuevo recurso energético limpio del sector industrial en Córdoba

  • La provincia cuenta con cuatro fábricas que producen el 48% de la capacidad de Andalucía

Responsables de Biomasa Córdoba muestran pélet.

Responsables de Biomasa Córdoba muestran pélet.

La provincia de Córdoba fue la primera en contar con una planta de fabricación de pélet y ahora son cuatro fábricas las que hay. La capacidad total de producción es de 28,80 tep/año, lo que supone un 48% de la capacidad en Andalucía. La demanda de pélet sigue creciendo cada año, incluso por encima de la oferta actual.

De forma tradicional, el uso de la biomasa térmica ha estado reservado al sector industrial, pero en los últimos diez años ha habido un crecimiento espectacular de instalaciones en los sectores residenciales y de servicios. En gran medida, gracias al empuje de la Orden de incentivos para el desarrollo energético de la Junta de Andalucía y por los programas de Construcción Sostenible gestionados por la Agencia Andaluza de la Energía.

Biomasa Córdoba es una de las tres plantas de la provincia que producen biocombustible sólido de origen vegetal aprovechando los recursos del entorno. Se ubica estratégicamente en Villanueva del Rey, donde existen numerosas masas de pino procedentes de repoblaciones de la década de 1950 y 1960, que no tienen otro uso que el aprovechamiento energético como biomasa.

“Producimos pélet, un biocombustible granulado de madera, y generamos calor, energía térmica, a través de calderas o estufas, en sustitución de las alimentadas por gasoil o eléctricas, en su caso. Vendemos tanto a grandes distribuidores como a consumidores medianos del tipo residencias, piscinas climatizadas u hospitales”, explica el gerente de la empresa, Juan José Domínguez,.

La última gran inversión que Biomasa Córdoba ha tenido que llevar a cabo ha sido la instalación de una nueva maquinaria para el secado de la astilla, una fase importante donde se obtiene el grado de humedad óptimo de ésta antes de la peletización. “No tenía sentido fabricar un pélet como energía limpia, y en su proceso de fabricación, quemar una energía fósil contaminante como es el gasoil”, destaca Domínguez.

Con la nueva inversión, el secadero se alimenta a través de un horno de biomasa calentado con astilla de pino, cáscara de almendra y corteza de pino, entre otros restos. De forma que, concluye Domínguez, “utilizamos, por un lado, el tronco sin corteza para fabricar el pélet y por otro, las ramas y hojas, como biocombustible para poner en marcha el secadero”.

En funcionamiento desde finales de 2019, el nuevo secadero de Biomasa Córdoba ya arroja datos concretos. “Permite unos rendimientos muy altos con respecto a la situación de partida, para la misma cantidad de producto secado, ahora se gasta menos energía, por lo que se ha incrementado la capacidad de producción en un 570%, aproximadamente”, explica Fernández.

Emisión de carbono cero

Para demostrar que “somos limpios de principio a fin”, recalca el gerente, “hemos tenido que hacer importantes inversiones y pasar por los correspondientes controles de calidad por parte de la Administración”. El balance de emisiones de la caldera de biomasa es cero, “porque el CO2 utilizado para crecer un árbol, mediante el proceso de fijación de carbono a través de la fotosíntesis, vuelve a la atmósfera, y el balance de gases queda compensado”, explica Matías Fernández, ingeniero asesor de la empresa.

El nuevo secadero de pélet de Biomasa Córdoba ha sido uno de los proyectos incentivados por la Agencia Andaluza de la Energía, con 150.200 euros sobre la inversión global. La propuesta de nueva maquinaria se adecuaba a las medidas de mejora energética en la línea Pyme Sostenible que contempla el programa para el desarrollo energético de Andalucía, un programa financiado con fondos FEDER que aún permanece abierto en algunas de sus líneas.

La inversión en maquinaria de la fábrica de Villanueva del Rey forma parte de los diez proyectos de aprovechamiento energético de la biomasa incentivados por la Junta de Andalucía por valor de más de 900 mil euros en la provincia de Córdoba. Proyectos que han beneficiado a empresas localizadas en los municipios de Palenciana, Villanueva del Rey, Luque, Cañete de las Torres, Aguilar de la Frontera, Priego de Córdoba, Nueva Carteya, Lucena y Rute.

La materia prima de esta empresa es un tipo de pino pequeño y delgado que no es aprovechable para la fabricación de muebles y es utilizada para hacer pélet y producir energía limpia. Además, los trabajos de clareos en estos bosques son necesarios para evitar el riesgo de incendio.

La madera de pino es la única que se utiliza para hacer pélet y es la de mayor calidad. Se certifica con la denominación ENplus A1, “la que ofrecemos aquí en Biomasa Córdoba”, indica el gerente. “El eucalipto, la encina, el olivo no sirven”, aclara el ingeniero, porque en las pruebas de combustión, dan muchas cenizas, entro otros aspectos que muestran la baja calidad.

Desde Biomasa Córdoba, siempre aconsejan “comprar pélet de máxima calidad y así evitar que se deshaga en el saco, creando polvo, produciendo más residuos de cenizas, que al final es dinero que vas perdiendo, apunta Fernández”.

Más barata

Con el uso de la biomasa se puede ahorrar bastante dinero a nivel individual con las instalaciones residenciales o domésticas. En los últimos años las estufas de pélet “han mejorado mucho. Son son asequibles, cómodas y sin residuos, exactamente igual que una calefacción eléctrica o de gasoil”, detalla Domínguez.

Por ejemplo, para calentar un salón de 52 metros cuadrados de una vivienda se puede llegar a consumir al día un saco y medio de pélet de unos 15 kilos, con un coste de cuatro euros. En cambio, “calentar ese mismo salón con un radiador eléctrico elevaría casi al triple el gasto económico”, asegura.

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