Por estas fechas todas las ciudades se visten de gala, algunas se cubren de blanco y otras de luces pero Córdoba, donde la nieve cae como se suele decir de higos a brevas y el Ayuntamiento lucha contra el cambio climático reduciendo la luminaria navideña, los patios cordobeses toman el estandarte para darle a estas fechas su particular seña de identidad.

Si estos enclaves gozan de popularidad en todo el territorio nacional durante el mes de mayo, en el que desbordan luz y color, en estos días los patios se abren también al público para mostrar su belleza a la luz de la luna y bajo una banda sonora que habla de magos y nacimientos.

El secretario de la Asociación de Patios Cordobeses Claveles y Gitanillas, Rafael Varón, señaló que se espera que "este año se incremente notablemente el número de visitas", el segundo en el que este colectivo, junto con el Ayuntamiento, pone en marcha esta iniciativa.

Los patios forman parte de la vida de la ciudad, y no sólo en mayo, de ahí que con esta nueva edición de Navidad en los Patios se ofrezca otro punto de vista de la capital, en la que "parece que sólo hay consumismo", apuntó Varón.

De esta forma, este colectivo, que lucha por el mantenimiento de este bien cultural, cree que en estos patios, que se adornan estos días con flores de Pascua, belenes, girnaldas y bodegones, se revive la "hospitalidad, la forma de convivir y el espíritu de compartir lo que cada uno tiene de tiempos pasados". Una oportunidad sin lugar a dudas para disfrutar y ensalzar una parte de la historia de Córdoba mientras se degustan licores y dulces típicos de Navidad elaborados por los propios dueños de los patios.