Balance de crimanilidad

La pandemia redujo la criminalidad en casi un 13% en 2020 en la provincia de Córdoba

  • Los delitos bajan en territorio cordobés sobre todo en robos y hurtos, sin embargo aumentan las infracciones sexuales y de lesiones

Dos  agentes de la Policía  Nacional,  durante un servicio en la capital cordobesa.

Dos agentes de la Policía Nacional, durante un servicio en la capital cordobesa. / Juan Ayala

La pandemia del covid-19 provocó en 2020 una bajada de casi el 13% de la criminalidad en la provincia de Córdoba -concretamente, del 12,8%- con respecto a 2019, al pasarse de 25.221 delitos registrados en 2019 a 21.973 en 2020. La de la provincia de Córdoba es una estadística peor que la media de España, donde el descenso de los delitos fue del 19,4%; y también que la de Andalucía, donde esa disminución fue del 15%.

Así consta en el balance de la criminalidad que cada tres meses hace público el Ministerio del Interior. En esta ocasión, el informe corresponde al año completo 2020, ya que incluye el último trimestre, que faltaba para conocer el total del ejercicio. En las anteriores oleadas ya se apuntaba a un descenso claro de los delitos, algo que rompe la tendencia al alza de los años anteriores. La bajada es la mayor desde que el Gobierno informa públicamente de estos registros, hace más de una década.

Buena parte de culpa de esos descensos los tienen, en primer lugar, los meses de confinamiento que ha vivido la población y, en segundo lugar, las medidas impuestas por la Administración como el toque de queda o el cierre de los negocios a media tarde. Las cifras del Gobierno tienen sentido al analizar la situación: difícilmente pueden cometerse robos si no hay personas en las calles, si las viviendas no están vacías y si los comercios están cerrados y no hay dinero ni género en su interior. Tampoco puede haber peleas o secuestros si la mayoría de la población está en su casa. 

No todos los tipos de infracciones penales han bajado en Córdoba entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2020 en relación con las mismas fechas del año anterior. Las que han sufrido un descenso más importante son los relacionados con los homicidios dolosos y asesinatos consumados, los robos con violencia e intimidación, los hurtos y la sustracciones de vehículos.

El balance del Ministerio del Interior señala que los robos con violencia e intimidación cayeron un 42,5%, pasando de los 487 cometidos en 2019 a los 280 de 2020 En esta modalidad se encuadran, por ejemplo, los atracos con arma de fuego o blancas y también los tirones.

Mientras, en los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones la bajada fue del 27,7%, notificándose 1.043 en 2019 frente a los 1.442 de 2020. En concreto, en los referentes a domicilios, el descenso fue del 27,7%%, con 648 infracciones registradas mientras que en el mismo periodo del año anterior fueron 897.

Los hurtos y las sustracciones de vehículos anotaron una caída del 35,2% y 23,6%, respectivamente. En el primero de los casos, los Cuerpos de Seguridad del Estado grestionaron 4.074 denuncias frente a las 6.284 de 2019. Esto se explica, entre otras cuestiones, por la ausencia de turismo durante el segundo trimestre del año, ya que los objetivos principales de los carteristas y descuideros son los turistas. A ello se añade también, por ejemplo, que no se hayan celebrado fiestas multitudinarias como la Semana Santa y la Feria, que suelen ser aprovechadas por los delincuentes para mezclarse entre el público y cometer los robos. Respecto a la sustracción de vehículos, en 2020 se produjeron 220, cuando el año anterior fueron 288.

Interior divide los homicidios y asesinatos en los consumados (es decir, los que han terminado con la muerte de la víctima) y en los que se han quedado en grado de tentativa (en los que la víctima ha resultado herida, pero no muerta). Respecto a los primeros, se produjo una caída del 57,1% ya que en 2019 se registraron siete y en 2020, tres.

El primero de esos crímenes fue un caso de violencia machista producido en Posadas, caso que le costó la vida a Concepción Fernández, de 65 años, en Posadas. Concepción Fernández murió presuntamente a manos de su exmarido, de 69 años, tras recibir numerosas heridas por arma blanca. Tras el suceso, el exmarido intentó suicidarse.

Sin embargo, es llamativo que los asesinatos en grado de tentativa crecieran un 90,9%, de 11 a 21, mientras que se mantuvieron igual los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria (peleas) a pesar de que ha habido menos personas en la calle y los establecimientos de ocio nocturno han estado cerrados un buen tiempo. En este caso, se han mantenido en ambos años los 205 delitos, lo que puede indicar que se un porcentaje significativo se hayan podido producir en el seno familiar.

En el caso de los delitos contra la libertad sexual, subieron un 11,2%, contabilizándose 228. Durante todo 2020 se produjo una violación más (agresión sexual con penetración) que en el mismo periodo de 2019 (de 21 se pasó a 22, la mayoría de ellas, 15, en la capital), y se incrementaron en un 12% el resto de infracciones que tienen que ver contra la libertad sexual, alcanzándose las 206 denuncias.

Otro delito decrece en plena pandemia es el relacionado con el tráfico de drogas, un delito contra el que Interior mantiene en la provincia una incesante lucha con un incremento de la presión policial sobre las mafias del narcotráfico, en especial de la marihuana, una droga cuyo cultivo se ha extendido en varias zonas de Córdoba, tal y como demuestra el goteo de operaciones realizadas por la Policía Nacional y la Guardia Civil para desmantelar las plantaciones. El informe apunta 284 infracciones relacionadas con el tráfico de drogas en la provincia, un 5,6% menos que en el mismo periodo del año anterior, que acabó con 301. Por último, la cifra de secuestros se ha doblado al pasar de las dos denuncias en 2019 a las cuatro de 2020.

Los datos del balance de criminalidad en Córdoba capital son algo mejores ya que los delitos bajaron un 19,1%. En este caso, solo aumentaron las denuncias relacionadas con homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa, un 20%, al pasarse de las cinco de 2019 a las seis de 2020; y las relacionadas con peleas, un 18%%, pasándose de 89 a 105.

El balance de criminalidad también incluye los datos recogidos en los municipios mayores de 30.000 habitantes, que en el caso de Córdoba son Puente Genil y Lucena. En el primero de esos municipios la pandemia apenas se notó en lo referente a infracciones penales. De hecho, el descenso entre ambos años fue del 0,3%. Aquí se incrementó principalmente el tráfico de drogas, un 94,1%, con 33 casos anotados cuando en el año anterior fueron 17. Curiosamente, también destacaron los robos con violencia e intimidación, que crecieron un 48,3% (pasaron de 29 a 43). Mientras, en Lucena los delitos penales cayeron un 15,7% durante el pasado año con respecto al anterior, sobre todo por la disminución de los robos y hurtos.

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