EFECTIVOS de seguridad Los futuros bomberos se someten a la útima fase de las oposiciones

Los nuevos amantes del riesgo

  • Unos 25 jóvenes ultiman su fase de formación para adherirse el próximo mes de septiembre al equipo del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento

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Sólo tres meses son los que le quedan a 25 jóvenes para formar parte del Servicio de Extinción de Incendios (SEIS) del Ayuntamiento. Hasta llegar a este punto, este grupo ha tenido que superar duros exámenes físicos, psicológicos, médicos y de conocimientos. Pero todo su esfuerzo ha merecido la pena. Ahora están en la última fase de las pruebas con un curso de formación y selección con la finalidad de que tengan un contacto directo con las variadas situaciones de riesgo con las que se van a encontrar a partir de septiembre relacionadas con su nuevo puesto laboral.

Simulacros de extinción de fuegos, rescate de accidentes de tráfico o apuntalamiento y demolición de edificio son algunas de las materias que conforman el temario de la primera fase del curso de formación en la que combinan la teoría con la práctica. Durante la semana pasada, según el jefe del SEIS, Juan Rubio, los opositores participaron en varios simulacros muy interesantes como la fuga de una mercancía peligrosa con un herido atrapado. Los chicos ponen todas sus ganas y arriesgan al máximo en el desarrollo de estas situaciones. Totalmente equipados, no dudan ni un sólo minuto en arriesgarse y hacer todo lo posible por salvar la vida de los heridos y acabar con la fuente de peligro. Lo mismo ocurre cuando en otro de los simulacros deben de hacer frente a una fuga de agua en uno de sus coches, pero con la dificultad añadida de ir equipados con un aparatoso traje conocido como NBQ, unas siglas que responden a equipo nuclear, bacteriológico y químico, usado para enfrentarse a situaciones en las que están presentes sustancias muy tóxicas y peligrosas.

Para todos ellos lo más emocionante es descubrir que son capaces de actuar ante situaciones de alto riesgo y conseguir la meta fijada. En sus rostros se refleja ilusión y ganas de trabajar ya por la ciudadanía, puesto que ante todo su futura profesión está pensada para desarrollar una labor social.

Uno de los afortunados en formar parte del grupo es Ubaldo Ortega. Durante nueve años se ha presentado a siete convocatorias de oposiciones a bombero, pero al fin ha conseguido su sueño. Asegura que en estos momentos es el hombre más feliz del mundo y está deseando de que llegue septiembre para formar parte del SEIS y hacer lo que siempre ha deseado: salvar vidas, aunque tenga que poner la suya propia en peligro en muchas ocasiones. Para él lo más duro de este tipo de oposiciones es conseguir una plaza, ya que aunque consigas una buena nota tienes que estar muy bien preparado para superar a tus compañeros y conseguir uno de los puestos vacantes.

Uno de los compañeros de Ubaldo, Isaac Galazo, tampoco puede ocultar su alegría. Este joven ha estado opositando durante cuatro años y se ha presentado a dos convocatorias. Asegura que prepararse unas oposiciones es muy duro y que para conseguir una de las plazas "tienes que tomártelo muy en serio, como si fuese un trabajo en el que te levantas temprano por las mañanas para ponerte a estudiar y que durante ocho horas te dediques sólo a ello".

Ya queda muy poco para que se enfrenten a situaciones de riesgo pero sin simulacros, sino en la realidad. Aunque lo que está claro es que están adquiriendo la formación necesaria para ser todo unos profesionales.

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