Sanidad

"Ya no queremos aplausos, queremos hechos": la Enfermería de Córdoba presenta su decálogo de reivindicaciones

  • El sector demanda el aumento de las plantillas y la mejora de las condiciones laborales y profesionales

Enrique Castillo presenta el decálogo de la enfermería cordobesa.

Enrique Castillo presenta el decálogo de la enfermería cordobesa. / El Día

Mejora de condiciones laborales, la implantación de la enfermera escolar o aumentar las plantillas son algunas de las distintas reivindicaciones que los enfermeros cordobeses vienen declarando años atrás y que han reflejado en un decálogo elaborado por el Colegio de Enfermería de Córdoba donde se ponen de manifiesto las demandas de este sector sanitario. 

A través de una encuesta y de los más de 4.500 enfermeros en Córdoba, la organización colegial ha recogido las necesidades más demandadas por los profesionales en un documento "justo e inaplazable". Entre los diez puntos que se exponen y, según ha expuesto el presidente en funciones del Colegio de Enfermería de Córdoba, Enrique Castillo, se encentran la necesidad de contratar más personal, el reconocimiento de las especialidades y más atención primaria y prevención porque "ya no queremos aplausos, queremos hechos".

Más personal y mejores condiciones

El exceso de la presión asistencial y la sobrecarga de trabajo "está poniendo al límite la capacidad de respuesta de estos profesionales", ha reconocido. Por ello, el primer punto del decálogo destaca la necesidad de incorporar más profesionales de enfermería, ya que Córdoba es una de las ciudades con peor ratio enfermera-paciente, puesto que hay 548 profesionales del sector por cada 100.000 habitantes. 

Según el colegio cordobés, la provincia necesitaría un mínimo de 1.725 enfermeras más de las 4.500 que tiene en la actualidad para alcanzar la media europea, aunque otros organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúan la ratio europea en 877 enfermeros, por lo que serían necesarios 2.575 profesionales más. 

Este escenario junto con las condiciones laborales del sector de la Enfermería provocan que muchas profesionales se hayan marchado a trabajar a otros sistemas sanitarios. Según una encuesta propia del órgano colegial, el 51,8% de los cordobeses considera que las condiciones en el trabajo a las que hacen frente las enfermeras son más duras que en la mayoría de las profesiones. 

Ante este dato, Castillo ha señalado que el resto de las administraciones competentes "o no se dan cuenta o no quieren, o que digan que no hay los recursos económicos para hacer frente a las demandas que probablemente ellos reconocen también". 

Dos enfermeras de Córdoba. Dos enfermeras de Córdoba.

Dos enfermeras de Córdoba. / El Día

Otra de las demandas planteadas es la actualización de las retribuciones. En España el salario bruto medio anual (sin contar productividad) de las enfermeras está entre los 26.000 y los 30.000 euros brutos anuales, por lo que los 27.571 euros que perciben las enfermeras cordobesas del SAS están por debajo de la franja media. La temporalidad de los contratos es una de las cuestiones que favorece el éxodo de enfermeros a otras regiones. 

Otro punto que aumenta la "precariedad" del trabajo es la disparidad de los complementos en el salario, si bien, el sueldo base es igual para todos los enfermeros a nivel nacional, estos complementos varían en cada comunidad, por lo que, "no entendemos como en puntos dispares de la geografía española haya una diferencia importante en estos complementos", ya que en comunidades como el País Vasco la diferencia supera los 5.000 euros brutos anuales. 

Reconocimiento de la especialidad y la carrera profesional

Las especialidades de Enfermería reguladas en España desde 2005 son: Enfermería Obstétrico-Ginecológica (Matrona), de Salud Mental, del Trabajo, Familiar y Comunitaria, Geriátrica y Pediátrica, pero, el colegio, "no están plenamente reconocidas ni utilizadas en el SAS".

Además, y en el ámbito de los centros sanitarios y sociosanitarios concertados, como residencias de mayores y centros de diálisis, y en las mutuas de accidentes de trabajo, la administración no reconoce a las enfermeras su experiencia y tiempo trabajado de igual manera que en el ámbito público, "discriminar a las enfermeras en función de si trabajan en la sanidad pública, concertada o privada es injusto", ha dicho Castillo.

Por otro lado, en la figura de los médicos, enfermeras, fisioterapeutas y matronas, existe la carrera profesional que está estructurada en cinco niveles y que llevan aparejados unos pluses salariales. Se trata de un reconocimiento a nivel profesional y económico. El decálogo de la enfermería cordobesa manifiesta que "hay que apostar por un sistema de acreditación más justo y menos burocratizado" para poder promocionar. 

Los enfermeros también reclaman ser reconocidos dentro del grupo profesional A1, ya que son profesionales con título universitario de grado que cuentan, además, y en muchos casos, con una formación de postgrado de primer nivel. "Retrasar este reconocimiento no es admisible y es también discriminatorio", ha considerado.

Castillo también ha destacado que "existe un ninguneo" que se enfatiza con una falta de diálogo, y como ejemplo, el actual presidente ha confirmado que "la Consejería de Salud y Familias ha olvidado la voz y representatividad de la profesión en el diseño y desarrollo de la nueva Estrategia de Atención Primaria en Andalucía".

La falta de reconocimiento en sectores como las enfermeras del ámbito sociosanitario y especialmente de las residencias, o el papel de las profesionales en la Atención Primaria son otros puntos del decálogo, donde se promulga una mayor equiparación respecto al resto de sectores. 

Otros de los ámbitos en el que resulta "necesario" la figura de estos profesionales es en los centros escolares, de modo que una enfermería escolar podría ayudar a todos los pequeños, y a la comunidad educativa, para prevenir posibles problemáticas y educar en hábitos saludables. 

El último punto que refleja el decálogo es el déficit de plazas que la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad de Córdoba oferta de nuevo ingreso, un total de 126 cada curso. Sin embargo, la organización colegial sostiene que "son insuficientes para garantizar las necesidades del sistema sanitario existentes en el presente, y para asegurar el relevo generacional en la profesión".

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