Tres mujeres negaron ayer haber insultado y agredido a una doctora del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario Reina Sofía el 22 de junio de 2006, una versión que contrasta con la tesis de la Fiscalía, que solicita dos años de prisión por un presunto delito de atentado para cada procesada. "Soy inocente, no le hice nada a la doctora. Sólo fui a pedirle una explicación sobre el estado de salud de mi familiar, y me pegó con la puerta en la cara", alegó una de las procesadas, M. C. R. G. Otra acusada, C. R. C., insistió en que "allí no pasó nada".

La médica denunciante, que declaró oculta tras una mampara como testigo protegido, ofreció una versión totalmente opuesta. "Estaba en mi puesto de trabajo y pasó el paciente con su hija. Le pregunté qué le ocurría y la señora reaccionó desde el principio con agresividad. Intenté tranquilizarla, pero estaba muy alterada, agresiva. Me sentí muy mal", relató la doctora. "Me exigía que tenía que hacer lo que ella me pedía, que era ingresar a su padre. Cuando salieron, ella y otras dos personas se echaron sobre la puerta y empezaron a gritarme. Me dijeron que me iban a matar. Sentí miedo", recordó.

El enfermo defendió la versión de las tres acusadas, familiares de él: "La doctora me tuvo una hora y media en la consulta, y al final me dijo que no me podía visitar. Mi hija fue a preguntarle qué ocurría, y le respondió que no tenía que informarle de nada. No hubo golpes ni insultos. Sólo le dijo que denunciaría a la Seguridad Social si me pasaba algo", explicó. Al término de la vista oral, el fiscal consideró "suficiente" la mera declaración de la víctima para condenar a las tres mujeres, que intentaron un "acometimiento físico directo". El letrado de la defensa solicitó la libre absolución.