Durante el primer semestre de este año el mercado automovilístico cordobés ha registrado 6.437 ventas de vehículos, una cifra que se acerca mucho a la del mismo periodo del año 2010, cuando esas transacciones fueron 6.914. Fue a partir de ese año, 2010, cuando las compras de coches comenzaron a bajar dada la irrupción de la crisis, que había llegado tres años antes, pero que aún no se había percibido en este sector. La adquisición de un vehículo es una de las compras más importantes para las familias, también para los particulares, que durante esos años de malestar económico priorizaron otros asuntos por encima del de renovar el coche.

Esto se percibe al analizar los datos de matriculaciones de turismos y todoterrenos que ofrece cada mes la patronal que integra las asociaciones de concesionarios oficiales de las marcas automovilísticas, Faconauto. Estos datos, referidos siempre al primer semestre de cada año, reflejan que a partir de 2011 el sector comenzó a registrar caídas en sus ventas, todo ello tras un incremento entre 2009 y 2010 de casi un 36% (cuando se pasó de 5.100 matriculaciones a más de 6.900).

Durante esos tres años de descensos la adquisición de vehículos llegó a sus cotas más bajas, sobre todo en el año 2012, cuando en el primer semestre del año tan solo se matricularon 2.802 coches, un 27% menos que el año anterior. Y ese porcentaje apenas representó una ínfima parte de la caída de ese trienio ya que, entre 2010 y 2011, el descenso fue de casi un 45% al pasar de las 6.914 matriculaciones del primer semestre de 2010 a las 3.816 del año siguiente, prácticamente la mitad. En 2013 volvió a bajar esta cifra, pero ya de forma más comedida, en torno a un 2%, con 2.748 matriculaciones.

Es a partir de aquí cuando empieza la remontada. Teniendo en cuenta únicamente el primer semestre de cada año se puede decir que la mala racha del sector automovilístico se concentró entre 2011 y 2013. Eso sí, aunque parezca poco tiempo, hay que tener en cuenta que lo hizo de manera muy abrupta con caídas como las que ya se han nombrado.

La recuperación vino en los mismo términos, con porcentajes de incremento muy llamativos. Por ejemplo, en 2014, cuando volvieron los buenos datos, el incremento en la matriculación de turismos durante los primeros seis meses del año fue de casi un 25% con la venta de 3.428 coches en medio año. Al año siguiente ocurrió lo mismo, pero la subida fue aún más destacada, de un 26,25%, con 4.328 matriculaciones. Estos incrementos son los que han llegado a día de hoy, siempre de manera escalonada. La subida volvió a repetirse en el año 2016, aunque algo más comedida; fue de poco más de un 17% con 5.065 coches vendidos. Durante los seis primeros meses del año pasado fue cuando se registró el aumento más bajo, de un 7,8% con 5.461 matriculaciones.

Ahora, con los datos de este año sobre la mesa, se observa un incremento con respecto al año pasado de casi un 18% con esas 6.437 nuevas matriculaciones. De todas estas transacciones, casi el 73% se correspondieron con compras de particulares, es decir, 4.678 coches fueron adquiridos por familias o particulares; en torno a unos 1.500, algo más del 23%, estaban matriculados por empresas y el resto, 270 vehículos, poco más del 4%, estaban destinados a ser vehículos de alquiler. En todos estos apartados crecieron las matriculaciones, pero especialmente en el último, en el del mercado del alquiler, donde esas ventas supusieron un incremento de un 221,4% con respecto al primer semestre del año 2017. Las matriculaciones por parte de particulares también subieron, pero no tanto, en algo más de un 15%, y las adquisiciones por parte de empresas subieron en esos seis primeros meses de 2018 un 12,4%, el aumento menos destacado en este sentido.