Las organizaciones de médicos de Atención Primaria tanto a nivel nacional como autonómico (Colegios de Médicos, Sociedades Científicas y Sindicatos Médicos) "quieren devolver la ilusión y esperanza" a estos profesionales con el fin de conseguir que puedan realizar su trabajo de forma "satisfactoria y eficiente, para que pueda dar a los pacientes lo mejor de sí mismo". Así, el Foro de Atención Primaria a nivel nacional ha creado una chapa y un eslogan como símbolo de acción y de unión de todos los facultativos, "que identifique su ilusión y orgullo de pertenecer al primer nivel asistencial y la pasión por hacer bien su trabajo". Bajo el lema Todos juntos por la Atención Primaria se han elaborado 30.000 chapas para repartirlas por toda España y se lucirán por primera vez el próximo día 13 de abril, Día Nacional de la Atención Primaria. En Córdoba, tendrá lugar una concentración en el Centro de Salud del Sector Sur a las 13:30. Médicos y pacientes saldrán a la puerta del centro y un portavoz leerá un decálogo en el que se reivindica el papel de estos profesionales de la sanidad en el cuidado de las personas.

En ese documento se defiende que la Atención Primaria es el eje del sistema sanitario y así debe ser reconocida a todos los efectos con un incremento presupuestario, dotación adecuada de recursos humanos o aumento de la capacidad de realización de pruebas diagnósticas. Además, se reclama que debe liderar la gestión de los procesos del enfermo crónico dentro del sistema sanitario y social, incluyendo la coordinación con el nivel hospitalario, centros geriátricos y de discapacitados o asociaciones de pacientes. El decálogo apunta también que los médicos de familia y pediatras deben, a su vez, liderar la toma de decisiones relacionadas con la organización y gestión de los recursos sanitarios y que, dado su papel central en el sistema sanitario, han de tener acceso al catálogo completo de pruebas complementarias según indicación razonada y criterios de eficiencia clínica.

En otro de los puntos reivindican un entorno profesional y laboral atractivo, con estabilidad, incentivación basada en criterios profesionales y reconocimiento de la penosidad (turnos de tarde o soledad, además de que las agendas se adecuen a una asistencia de calidad, con un tiempo mínimo de diez minutos por paciente, siempre teniendo en cuenta el contexto socio demográfico y eliminando toda actividad burocrática que no tenga justificación clínica, facilitando al máximo su realización.

A estas exigencias, se unen que la gestión de la Incapacidad Temporal debe tener un diseño basado en criterios clínicos, evitando la multiplicación de informes que requiere la nueva regulación, y haciéndola extensiva a todos los niveles asistenciales. Sobre la receta electrónica, solicitan que se extienda a todos los niveles asistenciales y a todo el Sistema Nacional de Salud, en un formato ágil y que garantice la interoperabilidad, así como el acceso al historial médico integrado a nivel nacional, apunta el decálogo de los facultativos.