Manuel Suanes, mejor servicio humanitario de 2025: "Ser guardia civil es un honor y un orgullo"
Día de la Virgen del Pilar
El agente, destinado en el Seprona, rescató este verano a un hombre de 75 años que se estaba ahogando en la playa de Chipiona, tras recibir el aviso de su hijo
Las mejores imágenes del desfile de la Guardia Civil
Mario Suanes, de apenas 12 años, aún es demasiado joven para saber si quiere continuar los pasos profesionales de su padre, Manuel Suanes, agente de la Guardia Civil de 45 años que este domingo, fiesta de la Virgen del Pilar -patrona del Cuerpo-, ha recibido la distinción al mejor servicio humanitario de 2025 de todos los efectuados por la Comandancia de Córdoba. En la entrega también ha participado su hijo y ha protagonizado, sin duda alguna, uno de los momentos más emotivos de la ceremonia.
Destinado en el Equipo de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil en Córdoba, este pasado mes de agosto Manuel disfrutaba de un día de vacaciones en la playa de Chipiona (Cádiz) con su familia. El día parecía tranquilo pero, de repente, su hijo Mario le avisó de que había una persona en el mar boca abajo. "No había sido consciente de lo que sucedía. Resulta que el niño vio a una persona que dejaba de nadar y que se había quedado boca abajo, con la cabeza sumergida; él se alertó y me avisó", ha relatado tras recibir esta distinción en la ceremonia celebrada en el acuartelamiento de La Victoria.
Un bañista inconsciente en la playa de Chipiona
Rápidamente, el pequeño corrió hacia su padre y le explicó que "había una persona que parecía que llevaba mucho tiempo bajo el agua", ha contado. Manuel no se lo pensó dos veces y automáticamente se dirigió hacia el hombre, de 75 años, que estaba ya inconsciente en el agua: "Cuando me acerqué, vi que estaba flotando en el agua. Le saqué, le giré, y al verle la cara vi que estaba inconsciente".
Además, ha detallado, "se le veían en la piel las primeras coloraciones de la falta de oxígeno. Y nada, cargué con él hasta la orilla, aproximadamente unos 25 metros, más o menos. Mientras que me dirigía a la orilla, iba gritando, pidiendo ayuda".
Cuando Manuel llegó a la orilla se acercaron algunas personas y ayudaron a colocar a la víctima sobre la arena. Además, según ha contado, "tuvimos la suerte de que uno de los bañistas, que se acercó, dijo ser enfermero, y entre los dos, rápidamente, iniciamos la maniobra de reanimación cardiopulmonar durante varios minutos hasta que fueron llegando los servicios de salvamento, socorrismo, y posteriormente una ambulancia medicalizada".
El hombre finalmente logró respirar por sí mismo, y fue trasladado en la ambulancia al hospital. Tras este suceso, Manuel ha intentado ponerse en contacto con la familia del hombre y, aunque llamó al centro sanitario para conocer su estado "por el tema de la protección de datos no me pudieron dar mucha más información".
Conmovido y sorprendido por los hechos, reconoció que a su hijo Mario finalmente "le dio un bajón y se sentó porque estaba mareado", mientras que la familia, después de recuperarse, puso fin a su día de playa.
"Ser guardia civil es un orgullo"
A sus 45 años, este agente ha explicado que eso de ser Guardia Civil era una profesión que siempre le había llamado la atención y que él es el primero de su familia que ha entrado en el Instituto Armado. Una profesión de la que ha afirmado que es "un honor y un orgullo. Es algo que se vive dentro".
Tras recibir la placa conmemorativa ha señalado también que es "una muestra de una acción que es relativa a la Guardia Civil en sí misma". En esta línea, ha detallado que "a la Guardia Civil, le dicen, que es la benemérita, pues esta es una base del pueblo".
"Es la primera vez que me disparan"
Manuel lleva dos años y medio en este servicio de la Guardia Civil y, anteriormente estuvo en la patrulla del Seprona de Hornachuelos durante seis años. La de la playa de Chipiona ha sido una de las acciones más significativas, entre las que se encuentra otra desarrollada con cazadores furtivos en una zona con mucha vegetación de Montoro, cuando empezaron a disparar a los agentes y uno de esos agentes era él.
En este caso, la Guardia Civil recibió un aviso de una actividad de furtivismo en la zona de Montoro y cuando llegaron los agentes los cazadores "en vez de marcharse, comenzaron a disparar; es la primera vez que me disparan". Finalmente, los efectivos lograron identificarlos aunque no en ese preciso momento porque "no teníamos visión, no teníamos visibilidad".
Junto a la distinción a Manuel Suenes, el Instituto Armado también ha impuesto este domingo seis cruces al mérito militar, diez al mérito de la Guardia Civil y cuatro placas de distinción. En el caso de la Cruz del mérito del Instituto Armado, los agentes han estado encabezados por el teniente coronel jefe de operaciones, así como al coronel jefe de operaciones, y al coronel jefe del regimiento de la Reina 2, Manuel Navarro.
Temas relacionados
No hay comentarios