El Campo

Las pocas lluvias de primavera y el calor estival provocan importantes mermas en los cultivos

  • La situación causa alarma en el sector agroganadero, que demanda el anticipo del 70% de las ayudas de 2019 de la PAC 

Un agricultor muestra espigas de trigo afectadas por la sequía.

Un agricultor muestra espigas de trigo afectadas por la sequía. / El Día

Las escasas lluvias de la pasada primavera y el calor estival están llevando al campo cordobés, al igual que al andaluz, a una situación de sequía que está causando importantes mermas a los cultivos. Sobre todo, esos daños se están notando más en los cereales de invierno y en las oleaginosas, y también los está sufriendo el sector ganadero. Las organizaciones agrarias han pedido a la Administración que actúe de forma inmediata para paliar “los daños que se avecinan”.

UPA, por ejemplo, subraya la necesidad de que la Administración acometa las actuaciones pendientes en materia hidrológica, para no llegar a esas situaciones extremas en el futuro. Desde UPA insisten en que el cereal de secano ha sufrido un descenso en el rendimiento en torno al 30% en toda Andalucía, “pues la falta de lluvias no ha permitido que la espiga se desarrolle adecuadamente”.

La organización agraria detalla que es algo especialmente acusado en provincias como Málaga, Córdoba o Cádiz. “A pesar de la menor producción, los precios a los que se han comercializado los cereales han sido bajos. Específicamente, también podemos hablar de la escasez de pastos de secano para ganado extensivo en las dehesas andaluzas y cosecha de cereales reducida”, puntualizan desde la organización agraria.

En cuanto al olivar, en la presente campaña la producción ha sido buena, especialmente en Jaén y Córdoba, con sus segundos mejores datos históricos. “Pero, a pesar de nuestros buenos resultados frente a una menor cosecha mundial, la especulación tiene inmerso al sector en una injustificada e incomprensible crisis de precios en origen”, insisten desde la organización agraria.

Para la siguiente campaña, desde UPA Andalucía son prudentes a la hora de hacer previsiones y destacan que las pocas precipitaciones acumuladas en el olivar de secano están dando lugar a un cuajado irregular del fruto y algunas flores abortadas debido al estrés hídrico en toda Andalucía. “De este panorama previo, podría esperarse una producción media o media-baja. No obstante, hasta el inicio de la recolección en el mes de octubre, puede haber muchos cambios meteorológicos y coyunturales, por tanto, no se pueden extraer conclusiones precipitadas. En lo que respecta al olivar de regadío, gracias a los riegos extraordinarios, no se esperan mermas significativas”, relatan desde UPA.

También se ha pronunciado al respecto, Asaja, organización agraria que advierte que a un invierno escaso en lluvias le ha seguido una primavera con un mes de mayo extremadamente seco “y eso ha supuesto un duro golpe para cultivos como los cereales de invierno y ahora es también una grave amenaza para las oleaginosas, donde las previsiones de cosecha más optimistas ya apuntan a un descenso importante en la producción”.

Los cultivos más afectados por estas inclemencias meteorológicas para el campo son los cereales de invierno, con reducciones de cosecha por encima del 30%, el algodón de secano y el viñedo, donde es previsible un recorte del 30% en la próxima vendimia. A todo esto se une la ganadería, por la falta de pastos, lo cual provocará un sobrecoste añadido para los ganaderos, al tener que alimentar al ganado mediante piensos, y los cultivos de regadío, donde el gasto ha sido mayor para los agricultores pues se han visto obligados a incrementar los riegos.

Ante esta situación, entre las medidas que plantean los agricultores están la de ir solicitando a Bruselas un adelantado del anticipo de las ayudas PAC 2019 y que el importe de ese anticipo sea del 70% en lugar del 50% como fue en 2018; y también solicitar medidas fiscales como la exención del IBI rústica o una rebaja de módulos aplicables en el método de estimación objetiva del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, además de indemnizaciones a fondo perdido, entre otras cuestiones. Asimismo, piden que Agroseguro responda a los agricultores y ganaderos que hayan declarado siniestro por falta de cosecha, y que se agilice además el pago de las indemnizaciones en caso de siniestros.

Como forma de tener cubiertas sus producciones ante circunstancias adversas, desde UPA Andalucía aconsejan a los agricultores y ganaderos que hagan uso de la herramienta del seguro agrario y se ponen a su disposición para asesorarles en la modalidad que más les pueda interesar.

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