El lado solidario de la música

El primer concierto solidario organizado por la Agrupación de Cofradías no pudo salir mejor ayer. La lluvia fue la única nota gris a un día marcado por la generosidad que demostraron los cientos de cordobeses que acudieron hasta la Diputación para disfrutar de la actuación de cuatro bandas de la provincia: la Banda Municipal de El Carpio, la de la hermandad de La Esperanza, la de la Redención y la del Caído. Las gotas que cayeron obligaron a realizar un cambio sobre la marcha y a trasladar el escenario desde el patio al salón de actos de la institución provincial, algo que limitó el número de espectadores que pudieron disfrutar del espectáculo musical. Sólo 280 personas entraron al recinto, aunque se vendieron muchas más entradas. Al final, eso era lo de menos, lo que importaba era el éxito de una convocatoria que sólo tenía un objetivo: dotar de más recursos a la parroquia de Jesús Divino Obrero, en el Campo de la Verdad, a través de la actividad que realiza Cáritas Parroquial. El vicario parroquial y arcipreste del Sector Sur, Marcelino Priego, agradeció el esfuerzo de todos los colectivos implicados en este proyecto como la Agrupación de Cofradías, la Fundación de La Caixa, y las bandas participantes. Priego dijo que el acto se había preparado "desde el amor y con amor queremos corresponder y agradecer vuestro trabajo que, sumado, es mucho". "Los más necesitados también os lo agradecerán", añadió para concluir con un "que Dios os lo pague con amor".

El concierto arrancó sobre las 14:00 con la actuación de la Banda Municipal de El Carpio, que interpretaron varias marchas procesionales. El Ayuntamiento de la localidad fletó dos autobuses para los músicos y familiares que, como el resto de las agrupaciones, actuaron de forma desinteresada. Al escenario del salón de actos de la Diputación también subieron la banda de la Esperanza, la Redención y el Caído que completaron un cuarteto que recordó a los espectadores la Cuaresma ya ha empezado y la Semana Santa pronto estará aquí. Los cofrades se transportaron a las salidas procesionales de sus hermandades y seguro que pidieron que la lluvia este año no impida la salida de los cortejos que no serían lo mismo sin el acompañamiento musical.

El objetivo de los organizadores es repetir todos los años esta iniciativa para ayudar a las parroquias más necesitadas. Un ejemplo de solidaridad y generosidad en esta época.